Nanci Griffith: la reina de corazones

Que uno recuerde, Nanci Griffith jamás ha estado por aquí. Incluso en Norteamérica Nanci no se caracteriza por romper el mercado discográfico con sus ventas. Pero a veces vale mucho más el respeto de crítica, público y compañeros que los monises. Los padres de Griffith eran amantes de la música, del teatro y de la literatura, y su hija heredó, corregida y aumentada, las aficiones de sus progenitores. Es más, con tan solo catorce añitos, ya se subía a los escenarios de los clubes de la ciudad de Austin . Sin embargo, su primer trabajo fue el de maestra infantil.

Sus primeras grabaciones tendían más al pop, hasta que Nanci lo vio claro y tomó un camino que ella a menudo ha denominado como folkabilly . Su voz y su talento compositivo son impresionantes, y durante tres décadas ha grabado álbumes maravillosos. Para empezar, «There's a Light Beyond These Woods» (1978), al que siguieron «Poet in My Window» (1982), y «Once in a very blue moon» (1985). Su primer trabajo reconocido ampliamente fue «Last of the True Believers» (1986), uno de cuyos singles, , llegó al número 3 de las listas de country en la versión de Kathy Mattea . El álbum fue candidato al Grammy como Mejor Álbum de Folk Contemporáneo .

Nanci no dejó de publicar y componer y actuar, unas veces más cerca del pop, otras menos, aunque definitivamente volvió a su camino en 1992 con «Other Voices, Other Rooms» , disco en el que homenajeaba a artistas como Dylan (sus «Botas de cuero español» ), Woody Guthrie («Do-Re-Mi), Gordon Lightfoot , Tom Paxton , Chet Atkins y Emmyloy Harris , entre otros. En 2003 llegaba uno de los momentos más bonitos para la artista texana, por fin participaba en el Grand Ole Opry , el señero programa de la música country.

Nanci Griffith también ha desarrollado una importante labor como activista, principalmente en ayuda de la Fundación de Veteranos del Vietnam , de la que su marido es miembro.