Luis Auserón: «Los momentos de crisis te hacen reflexionar, que es una palabra estupenda»

-¿Es como un niño que empieza a andar?

-Sí, me temo que sí, y hay que ver hacia dónde va. Hay que estar vigilando, como abuelitas.

- ¿Y la gente dice «qué mono»?

-Las primeras impresiones es que sí, les parece mono el niño, lo cual no es mal principio. Nosotros estamos muy motivados, a mí no me sale un disco así de bueno todos los días.

-Y oscuro.

-Muy dramático.

-¿Cómo es la experiencia de hacer un disco así?

-De forma voluntaria no sale. Esto es una cosa que te pasa, y que tú tratas de arreglar haciendo canciones. La mayor parte de las letras vienen de trozos más largos que están en mi cuaderno, en el que está escrito todo, la verdad de la verdad. A una canción hay que darle algo de literatura, algo de estética, no puede estar compuesta solo con elementos de la verdad. Sería demasiado pesado. Pero tampoco disimula nada. Lo que dice es así.

-¿Y cómo llegas a ese sonido americano?

-Uno no sabe muy bien como llega a estas cosas. El disco lo empezamos a hacer porque me lo propuso Fernando (Macaya), y él, por cosas que había oído mías, tenía una idea clara de un proyecto en el que yo cantaba. Se trataba un poco de eso, de sonido americano, natural, orgánico, huyendo de electrónica, de procesado, tendiendo al sonido más natural posible.

-¿Sacando partido de la voz grave?

-Sí. Él quería hacer una construcción, tanto como compositor como de arreglo, que permitiera entender la voz. Pensaba que las historias tenían que entenderse con claridad.

-Es un mal momento para sacar un disco. ¿Qué espera hoy un artista de un nuevo lanzamiento?

-Yo no espero nada en concreto. Ha habido amigos que me han dicho que este no era el mejor momento económico o estratégico, pero uno no puede pensar en esas cosas. En momentos críticos, de recesiones económicas y esas cosas, no se han dejado de hacer buenas canciones. Todo lo contrario, ha habido algunas que han sido totalmente necesarias. ¡Qué vamos a hacer, si nosotros no valemos para otra cosa, queremos hacer esto, sabemos hacer esto! ¿Que no es buen momento? No importa, ahí quedará lo que uno haya hecho.

-Sí se dice que los momentos de crisis son buenos creativamente.

-Te hacen reflexionar, que es una palabra estupenda. Hay que reflexionar, hay que ver qué ha pasado, que está pasando, qué podría pasar. Pero determinar tu trabajo artístico porque no sea un buen momento no me parece una buena idea.

-Aunque puede que haya más dificultades para llegar a la gente.

-Está difícil llegar a la gente, sí. Hay medios tradicionales en los que la gente ya no confía, y por otro lado hay otros medios que proporcionan mucha cantidad de música de una forma muy descontrolada, como por una tubería. Es una situación que puede ser un poco despistante para el consumidor.

-Luego están los que solo quieren escuchar lo que se hacía hace mucho tiempo, en tu caso, las canciones de Radio Futura.

-Me está pasando en los últimos discos que he hecho. Intentabas ir a un pueblo a cantar la canción que acababas de hacer, que te hacía una ilusión loca, y ellos lo que querían oír era un single de hace cerca de treinta años. Bueno, a mí me parece bien escuchar una y otra vez el blues de Robert Johnson , porque ahí encuentro cosas, formas, datos que siempre me van a servir. Conocer la tradición no puede ser malo, todo lo contrario, tiene que ser bueno, para el público y para el músico. Ahora, yo siento la necesidad de oír música nueva. Algo que me sorprenda.

-¿Qué te ha sorprendido últimamente?

- Richard Hawley , que cada vez que me despisto saca una bomba. Hay otros, como Mark Lanegan , que hace verdaderas obras de arte.

-Ambos tienen una voz profunda.

-Se llevan los barítonos (ríe). No es intencionado que tengan el mismo sonido de voz. Me vienen muy bien, porque ellos cantan... ¡qué barbaridad iba a decir! (ríe)... quiero decir que porque yo canto en el mismo registro que ellos.

- ¿De dónde viene el título de «Lejos»?

-Tiene una doble significación: «Lejos», porque no estoy en casa, me he ido a grabarlo al mundo de los cántabros, que es un mundo muy especial, y definido; y es «Lejos» porque es una reflexión, como si para poder observarme a mí mismo me tuviera que colocar en un sitio externo. Es decir, estoy llevando una especulación bastante lejos.

-¿Escribir canciones es un poco como psicoanalizarse?

-Podría jurar que sí.

-En medio del proceso de creación de este disco se produjo la muerte de Enrique Sierra (compañero de Radio Futura y otros proyectos). ¿De alguna forma esto impactó en el trabajo?

-No interrumpió nada, llevábamos un método de trabajo muy pausado y muy reflexivo. Fue un evento muy triste que sucedió en medio, pero que dejó una huella, no cabe duda. No cambió mi manera de hacer las cosas en el disco, pero te preguntas «¿qué voy a hacer yo?» «Pues terminar este disco y contar lo que tengo que contar». Y parece que te da una razón más para seguir adelante.

-Me ha llamado la atención que las fotos que acompañan el CD son retratos crudos, serios, pero terminan con una sonrisa.

-El disco deja una salida. Abre una puertecita para que pasen cosas de aquí en adelante. Yo, en determinadas letras de este disco que tiene esa apariencia tan dramática y sobrecogedora, trato de poner alguna notita de humor de vez en cuando.