Josemi Carmona y Javier Colina: «El jazz y el flamenco nacen del corazón»

Esta es la opinión del guitarrista Josemi Carmona , quien ha grabado con el contrabajista Javier Colina un disco que se escucha con verdadero gozo, paladeando cada nota. Se titula «De cerca» , y su objetivo cumplido es el de hacer casi palpable la complicidad existente entre ambos músicos. «Es la sensación que nos gustaría causar», comenta Javier, «que nos están escuchando al lado, y buscando esa impresión se hecho el tratamiento del sonido». También ayuda ese formato de trío, con guitarra, bajo y cajó a cargo de Bandolero: «Es cuestión de gustos. A mí particularmente -continúa-, a esta edad, me gustan estos formatos pequeños, en los que la comunicación es sencilla, y hay una interacción especial entre los músicos. Si somos cinco, ya es más difícil hasta quedar».

Josemi añade los beneficios «en el directo, donde nos escuchamos mejor, y a veces él cambia un acorde que me dado pie a otra cosa, y hay un punto que no sabemos ni dónde estamos. Y eso es divertido»La chispa de este proyecto se forjó a través de una amistad alimentada duante muchos años, de coincidencias en grabaciones y conciertos».

«Sabíamos que teníamos objetivos y afinidades musicales comunes. Queríamos juntar un buen repertorio basado en la improvisación y haciéndolo de forma flamenca y jazzística», cuenta el bajista. Aunque Carmona es capaz de centrar más la cronología: «Hace como un año y medio fui a verle al Café Central y me acuerdo que le dije: “Venga tío, empezamos ya, ¿no?" Pero sabíamos que iba a llegar ese momento».¿Y por qué parecen casar también ambos géneros, de orígenes tan geográficamente distantes?: «Porque son músicas que nacen del corazón -aclara el guitarrista, antiguo componente de Ketama-, del alma, de muchos ancestros , y están hechas por pueblos que han pasado muchas penurias y que las han contado a través de la música, y las alegrías también».

Y, como es natural, gracias a esos que empezaron a forjar este rumbo: «En la época de Paco de Lucía. En España hay una generación importantísima de músicos que han abierto puertas que no conocíamos, y hoy en día es raro el guitarrista que no conozca los estándares del jazz, o que no incorpore esa forma de improvisación en algún tema suyo».