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Israel reabre su agenda cultural solo para público vacunado

Nurit Galron ofreció un concierto en Jerusalén al que solo se podía acceder presentando el Pase verde, que acredita que su portador está inmunizado con la doble dosis de Pfizer o se ha recuperado de la enfermedad

El concierto de Nurit Galron estaba destinado a personas de la tercera edad Reuters
Mikel Ayestaran

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Cuando Nurit Galron subió al pequeño escenario levantado en el parque Ganei Yehoshua de Tel Aviv sabía que era un concierto especial. La cantante israelí abrazó al público desde la distancia y protagonizó el primer recital de música al que solo se podía acceder presentando el Pase verde y que estaba orientado a personas de la tercera edad. Este documento funciona en Israel desde el domingo y acredita que su portador está vacunado con la doble dosis de Pfizer o se ha recuperado de la enfermedad. En los accesos al parque los organizadores revisaban las entradas e inmediatamente después exigían la presentación de este certificado, que se puede llevar en papel o descargarse en el móvil desde la aplicación del ministerio de Salud.

«Acepta el Pase verde y empieza a volver a la vida», es el eslogan acuñado por el primer ministro, Benjamín Netanyahu , para la reapertura del sector cultural en Israel. El martes, el propio Netanyahu acudió al teatro Khan de Jerusalén para asistir a la primera obra después de cinco meses de cierre debido al confinamiento. Esa representación, como el concierto de Tel Aviv, estaba reservada para portadores del Pase verde. El mundo de la cultura se suma a los gimnasios, piscinas y hoteles, espacios en los que es también imprescindible este documento y próximamente lo harán restaurantes y vuelos. Los museos, sin embargo, permanecerán abiertos para todo el público.

La reapertura del sector cultural llega cuando la mitad del país ya se ha vacunado y forma parte del plan de desescalada del tercer confinamiento. Entre las medidas impuestas por el Gobierno figura la limitación de aforos a 300 personas, en recintos cerrados, y 500, en abiertos, pero siempre sin superar el 75 por ciento de la capacidad. Todo el público debe estar sentado y no se permite el consumo de bebidas o comida.

Protesta contra el Pase verde

Mientras en el Ganei Yehoshua se celebraba un concierto para vacunados, las puertas del teatro HaBima de Tel Aviv fueron escenario de una protesta en contra del Pase verde. Cientos de personas reclamaron transparencia a las autoridades y gritaron « stop a la tiranía » por la nueva división que florece en la sociedad israelí entre « la clase vacunada » y los que no quieren vacunarse, según informó el diario The Jerusalem Post. Entre los carteles que portaban los presentes uno comparaba este nuevo documento con los brazaletes que los prisioneros judíos llevaban en el campo de Auschwitz-Birkenau.

Los confinamientos no funcionan en Israel y los responsables políticos tratan de impulsar por todos los medios la vacunación como salida al túnel de la pandemia. En medio de la polémica sobre la imposición del Pase verde, el parlamento aprobó una ley que permitirá al Gobierno elaborar y compartir listas con los nombres, direcciones y números de teléfono de aquellas personas que se niegan a vacunarse. La ley estará en vigor durante un plazo inicial de tres meses y tiene el objetivo de «permitir a las autoridades animar a la gente a vacunarse dirigiéndose de forma personalizada a cada persona», según el comunicado difundido por la cámara.

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