Isabel Pantoja: «Soy una profesional de las grandes, de las fuertes, de las que no quedan»

¿Cómo han ido los ensayos? ¿Hay nervios por el concierto, o alguien de su categoría ya no pasa por esos trances?

Acabo de terminarlos. Los nervios están, pero los tengo antes . Luego se convierten en una responsabilidad muy grande. Pero vamos, poco a poco voy tranquilizándome, analizando al público e intentando que me salga lo mejor posible.

¿Recuerda su primer concierto en Madrid?

Primero estuve tres años y medio en El Corral de La Morería . Pero el primer concierto fue en el Teatro de la Comedia, con mi espectáculo «Ahora me ha tocado a mí», producido y hecho por mí. ¿Sabes qué pasa? Que España es España. Y yo nunca he celebrado mis quince años de profesión , ni mis veinte, ni veinticinco, ni mis treinta ni mis treinta y cinco... ni mis cuarenta. Ahora cumplo 50 años de carrera, y nadie se ha enterado. Y eso que dicen que no me gusta trabajar.

¿Cómo ha visto las reacciones de sus fans a «Enamórate», el primer single de su próximo disco? ¿Mira las redes sociales a ver qué se comenta?

Anoche me leyeron setecientos y pico mensajes , y fue impresionante. Yo lloré. He hecho un álbum que realmente es el que quería hacer hace mucho tiempo. No quería estar atada a nada ni a nadie. He cantado lo que me ha dado la gana, así de claro. Y estoy feliz, contenta, y sé que es un disco distinto a todo lo que hecho en mi vida.

¿Muy variado en cuanto a estilos?

Sí, pero dentro de mi estilo propio. Saldrá en otoño . Posiblemente salga otro single en junio. El disco es muy especial, súper especial.

Ha sido muy comentado el cambio estético en el videoclip.

Mi pelo es mi pelo , mi cuerpo es mi cuerpo, mi cara es mi cara. llevo un esmoquin de lentejuelas maravilloso, y me lo pasé tan bien... Era lo que quería hacer, y se ha hecho realidad. No hace falta gastarse una millonada en un videoclip para quedar contenta. Además hago ese guiño a la gente que te hace artista desde que te metes en esto.

Se ha marchado de Universal y ahora trabaja con Altafonte. ¿Qué ventaja tiene trabajar con esta nueva compañía, en comparación con las casas discográficas a la vieja usanza?

Pues eso mismo, la vieja usanza. Ahora todo lo que haga, es mío. No es de nadie . Ya se han llevado bastante de Isabel Pantoja. Ahora sé lo que vale hacer un disco, lo que vale lanzarlo..., pero antes no. Más engaños no. Yo quiero estar sola, libre .

¿Incluirá alguna canción del nuevo disco en el concierto del Wizink Center?

Sí, sí. Elegir el repertorio es muy difícil, porque resumir una carrera de cincuenta años en dos horas... Cantaré casi todas las canciones que más conoce la gente, que han sido éxitos a morir, y luego habrá otras cositas. Yo no llevo nada preparado, sólo he ensayado las canciones. Por lo demás no sé ni cómo voy a salir, ni qué voy a hacer, si me voy a quedar delante del micrófono, si voy a pasear... no lo sé. No llevo nada preparado.

¿Cuál es la canción de su repertorio más importante para usted?

«Era mi vida él». Porque mi vida era él.

¿Recuerda cuál fue la primera canción que le atravesó el alma cuando era pequeña?

«Madrecita María del Carmen», de Manolo Escobar .

¿Pasaba mucho tiempo pegada a la radio?

En mi casa se escuchaba música toda la vida. Teníamos televisión, pero no la veíamos. Era siempre escuchar la radio y cantar, cantar, cantar.

¿Y cuándo decidió que quería ser artista?

Pues no lo decidí yo. Yo iba a la academia, porque me llevaba mi madre . Ella veía en mí una cosa... lo que realmente tengo. Y yo lo que quería er terminar la academia e irme a jugar con mis amigas a la calle. Pero hasta que no terminaba no podía salir. He tenido esa disciplina desde entonces. Ya llegó un momento en que mi padre se puso malo. Y para quitar una boca de la casa me mandaron a Palma de Mallorca con mi abuelo. Y el primer día que llegué allí, me escucharon cantar y me contrataron . Tuvieron que firmar mis padres , porque tenía 13 años y no podía cantar sin su permiso . Y me pusieron de atracción, como se decía entonces. Primero me pusieron con un cuadro flamenco, con el que duré dos días. Al tercer día me pusieron una batería, un bajo..., en Los Rombos, en Can Pastilla. Allí estuve dos veranos.

¿De esa época sólo recuerda ilusión? ¿O quizá también un poco de vértigo?

A mí me encantaba. No quiero otra cosa.

¿Ha habido algún proyecto musical que se le haya resistido siempre?

Pues se está fraguando, pero llevará su tiempo. Yo soy una profesional de las grandes, de las fuertes, de las que quedan pocas . Y perdona, modestia aparte. Porque desgraciadamente, de todas las que estábamos, muchas ya no están.