Las historias más increíbles del Festival de Glastonbury

Para conmemorar su medio siglo de vida, Glastonbury ha organizado también que recopila carteles, fotografías, conciertos, entrevistas y muchos otros recuerdos de este festival, que junto al de la Isla de Wight fue pionero en el panorama de macroconciertos de rock a este lado del Atlántico.Aunque la exhibición es muy completa, evidentemente no puede mostrar no todo lo que ha ocurrido en Glastonbury en estos cincuenta años, y es que el festival está repleto de anécdotas increíbles desde su mismo nacimiento.

La primera fue de lo más triste y oscura: unas horas antes de que abriese sus puertas por primera vez, se conocía la noticia de la muerte de uno de los mayores héroes del rock del momento, Jimi Hendrix . Fue un jarro de agua gélida para los 1.500 asistentes a aquella edición de debut, pero la música consiguió levantar el ánimo gracias a las actuaciones de Steamhammer, Quintessence, Stackridge, Al Stewart and Keith Christmas y T. Rex (The Kinks y Wayne Fontana estaban en el cartel originalmente, pero no actuaron).

Un agricultor llamado Michael Eavis fue quien levantó aquella primera edición del por entonces llamado Festival de Pilton, después de ver un concierto al aire libre de Led Zeppelin en el Bath Festival of Blues and Progressive Music. Cobró una libra por entrada (que incluía un cartón de leche de regalo), y aunque él mismo reconocería que fue un fracaso de público por la escasa publicidad, en 1971 tomó buena nota de sus errores y configuró un festival sensacional, con David Bowie, Mighty Baby, Traffic, Fairport Convention, Gong, Hawkwind, Skin Alley, The Worthy Farm Windfuckers o Terry Reid , entre muchos otros, y una campaña de marketing a la altura. El evento, que tomó aquí su nombre definitivo, fue recogido por cámaras y gracias a YouTube podemos sumergirnos en el ambientazo que se generó aquel verano, a través de este vídeo que sólo puede calificarse de maravilloso:

Ubicado en el lluvioso condado de Somerset, Glastonbury siempre ha tenido que lidiar con las inclemencias del tiempo. Pero no siempre con acierto: en 1985 se instaló un enorme tanque para aspirar el barro de la zona de acampada, pero se rompió y provocó una inundación aún más incontrolable. Los fans, sin embargo, se lo tomaron al estilo Woodstock y aprovecharon para hacer el cabra en el barrizal.

Una de las anécdotas más salvajes sobre el escenario la protagonizó U2 , para su pesar: durante su concierto en la edición de 2011, un grupo de manifestantes fue golpeado por el personal de seguridad cuando comenzaron a protestar por el hecho de que los miembros de la banda tuvieran sus cuentas fiscales en Holanda y no en Irlanda, para evadir impuestos.

Algunas de las anécdotas más curiosas de Glastonbury las ha protagonizado la modelo Kate Moss , una asidua del festival. En aquella loca edición de 2011 estuvo a punto de perder su anillo de compromiso valorado en más de 15.000 euros, en una pelea por entrar al backstage de su prometido, Jamie Hince, el guitarrista de The Kills. En 2005 atrajo la atención de todos los paparazzi al ensuciar de barro su carísimo outfit mientras «festivaleaba» con su novio de entonces, Pete Doherty, y en 2013 fue vista en una de las carpas pegándose un fiestón en compañía del Príncipe Harry.

En un lugar como Glastonbury, es normal que cada año estuviese repleto de historias increíbles e hilarantes. Una de las más sorprendentes ocurrió en 1987, cuando unos desconocidos decidieron robarle los pantalones a todos los asistentes que pudieron mientras dormían. Al levantarse por la mañana, los festivaleros se quedaron atónitos al descubrir que alguien había tirado miles de prendas a un agujero lleno de barro. Nadie supo quién fue, ni por qué demonios lo hizo. La policía, por cierto, nunca hizo acto de presencia en el festival hasta la edición del año 1990.

Paul McCartney tiene el dudoso honor de haber sido el único artista de la historia de los carteles de Glastonbury en ser sancionado por tocar demasiados bises. En 2004, el Consejo Local de la zona le puso una multa de 1.000 libras por sobrepasar su tiempo de actuación, aunque no debió importarle mucho: esa noche se levantó 175.000.

La historia de Glastonbury también revela datos inverosímiles: ¿saben quién ha congregado la mayor multitud frente a su escenario? The Levellers , un grupo de anarco-folk,-rock del que ya muy pocos se acuerdan, en la edición del año 1994.