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Un disco doble recupera el legado sinfónico de Tomás Bretón

Grabado por la Sinfónica de Castilla y León, bajo la dirección de José Luis Temes, se presentan este jueves en el Teatro Real

Un disco doble recupera el legado sinfónico de Tomás Bretón ABC

INÉS MOGÓLLÓN

Tomás Bretón revive con la grabación de sus tres sinfonías, realizada por laOrquesta Sinfónica de Castillay León, bajo la dirección de José Luis Temes. Este doble disco, que se presenta mañana en el Teatro Real, demuestra que el autor salmantino tiene una obra musical que en cierto modo quedó sepultada por el colosal éxito de «La Verbena de laPaloma».

Amistad con Pablo Sarasate

En julio de 1909 Tomás Bretón, Comisario Regio del Conservatorio de Música y Declamaciónde Madrid,viaja hasta París para hacerse cargo del legado que Pablo Sarasate, el extraordinario violinista fallecido unos meses antes, había donado a la institución que Bretón representaba: cien mil francos—una auténtica fortuna— y su hermoso violín Stradivarius, el conocido como Boissier , que hoy sigue siendo la piezamásadmirada de la colección museográfica del Real Conservatorio madrileño.

Pablo Sarasate y Tomás Bretón eran colegas, además de amigos. Sí, Bretón era un buen violinista que, en los siempre duros comienzos, se ganaba la vida bien tocando en una pequeña compañía de zarzuela, bien en cafés —el musicólogo Andrés Ruiz Tarazona nos cuenta que Bretón conoció a Albéniz mientras tocaba el violín en un café de la calle del Prado— o desde el foso de los teatros… Luego, con el tiempo, llegó a ser violín en la orquesta de la Sociedad de Conciertos y en la del circo Price, formación que dirigió durante diez años.

«Fue la desaparición de Sarasate la que dio el empujón a Bretón»

Como es natural dada su trayectoria, Bretón compuso mucha—y muy buena— música instrumental, tanto para agrupaciones de cámara—cuartetos, un trío para cuerda y otro con piano, un quinteto para piano— como para grandes formaciones sinfónicas —una suite para orquesta, tres sinfonías y varios poemas sinfónicos—.

Fue la desaparición de Sarasate la circunstancia en la que Bretón encontró el empujón que necesitaba para dar fin a una tarea que había iniciado hacía ya mucho tiempo: la redacción de un concierto para violín y orquesta.

En 1909, apenas un año después del deceso, Bretón escribió la doble barra final al único concierto de su catálogo. La dedicatoria se dirigía, no podía ser de otra forma, «a la memoria de Pablo Sarasate».

Compositor de ópera y zarzuela

Por aquel entonces Bretón ya gozaba de un importante reconocimiento tanto del público en general como de los profesionales gracias a sus zarzuelas , claro, pero también a ó peras como Los Amantes de Teruel o La Dolores ; su fama y prestigio siguieron creciendo a la par que sus obras se difundían por los circuitos internacionales y su labor como director le llevaba por toda Europa.

«Enrique Jiménez encontró en 1995 una reducción del concierto de Bretón»

Fue en este periodo de su vida, el seis de agosto de 1923 en concreto, que se estrena en el Queen’s Hall de Londres el Concierto en La menor para violín y orquesta del compositor salmantino TomásBretón. Por esas locas derivas del destino, hoy por hoy no conservamos ni el autógrafo ni la copia de esta obra, única en la producción de Bretón. Los expertos creen que la partitura se perdió, probablemente bajo los escombros del Queen’s Hall al derrumbarse el edificio bajo los bombardeos de la Segunda GuerraMundial.

Y como una carambola encadena otra, ocurrió que en 1995 Enrique Jiménez, violinista y profesor de Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela, encuentra en el Museo de Pontevedra, entre los papeles del archivo allí depositado por el también violinista —y van cinco— Manuel Quiroga, una reducción de ensayo para violín y piano del extraviado concierto de Bretón. Consciente de la trascendencia del hallazgo, Jiménez le pide al compositor Rogelio Groba que orqueste la partitura apartir de los materiales recuperados.

Esta es la versión que la Orquesta Sinfónica de Castilla y León grabó en el verano del año 2010 con Ara Malikian al violín, dirigidos por Alejandro Posada. El registro fue editado por el Sello Tritó y cosechó críticas excelentes.

Integral sinfónica

Hoy, el Bretón instrumental es otra vez noticia musicológica y discográfica gracias de nuevo a la iniciativa de la Fundación Siglo.

Durante los meses, deoctubre y noviembre del pasado año, Cezanne Producciones registró en el auditorio Miguel Delibes de Valladolid lo que en sus diarios de grabación ha designado como Proyecto Bretón, nada menos que la integral sinfónica de tan admirado compositor.

La música se ha fijado en alta definición , un proceso de máxima calidad sonora. No debe extrañarnos que se cuide con tanto mimo la edición fonográfica, pues es este trabajo una primicia de alto significado musical, por supuesto, pero también musicológico e histórico.

Las tres sinfonías de Tomás Bretón aquí registradas, la Sinfonía nº 1 enFamayor, la nº 2 enMi bemol mayor —que ya había sido grabada por la Orquesta Sinfónica de Castilla y León allá por 1993 bajo la dirección de Max Bragado Darman para el sello Newport Classic— y la Sinfonía nº 3 enSol mayor , se redactaron en tres etapas muy diferentes de la biografía y la evolución creativa del compositor salmantino.

«La más personal es la Tercera sinfonía, salpimentada de un nacionalismo sutil»

Sin duda la más personal es la tercera, compuesta ya en lamadurez y salpimentada de un nacionalismo sutil que tuvimos la suerte de escuchar en el Festival Internacional de Órgano de León. En contraste, las sinfonías tempranas se nos presentan imbuidas de un sinfonismo tardo-románticoque nos resulta más convencional.

De las tres partituras, la única grabada ha sido, como hemos apuntado, la escrita en Mi bemol mayor, de ahí la expectación de la musicología internacional ante esta imprescindible aportación asumida por el sello Verso , que se ha responsabilizado de unificar, editar y comercializar este registro en formato de doble CD integrado por estas tres sinfonías de Tomás Bretón, aquí también interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Castilla y León dirigida por el maestro José Luis Temes,que se ha guiado por la excelente edición crítica publicada por el musicólogo Ramón Sobrino bajo el patrocinio del Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU) y la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). En el proyecto han colaborado la Junta de Castilla y León, Acción Cultural Española (AC/E) y la Comunidad de Madrid. Desde esta tribuna, enhorabuena a todos.

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