¿Qué fue de la formación original de Locomía?

Joop Gard Passchier

El holandés Gard Passchier, el creador del nombre del grupo Locomía, fue el primero que se bajó del barco cuando empezó a ver que la libertad y la anarquía de los tiempos ibicencos del grupo se estaban transformando en responsabilidades discográficas y obligaciones contractuales. En los años noventa grabó su propio disco en Italia con once canciones de autoría propia, y después se mudó a Miami para abrir una tienda de ropa de moda. Más tarde conoció a Roberto Dresia, un maquillador muy conocido y famoso en todo el mundo que ha trabajado con grandes celebridades de la televisión y de la industria de la moda y la música, y formaron pareja sentimental y profesional. Juntos fundaron Bocabaccio, una empresa de belleza y eventos, donde Gard trabaja como coordinador y director de espectáculos y diseñador de ropa «para gente con estilo propio».

Manuel Arjona

Manuel Arjona, conocido como Manolo, aguantó hasta diciembre de 1992, cuando llegó el final de los primeros Locomía. Después paó varios años viviendo 'la mala vida' con muchas salidas nocturna y excesos, pero en cuanto se recompuso siguió ligado a la música y el baile durante muchos años, trabajando los fines de semana como bailarín en la sala Bikini de Barcelona caracterizado como un integrante de Locomía. Tuvo una hija, y en 2011 volvió a ser miembro de la banda para después volver a dejarlo por motivos personales.

Luis Font

Xavier Font, creador y líder de Locomía, metió a su hermano Luis en el proyecto pero después ordenó su salida del proyecto para ser sustituido por Juan Antonio Fuentes. A Luis aquello le dolió muchísimo, y por eso no tuvo ningún problema en apoyar al productor José Luis Gil cuando montó un grupo paralelo al original, del que formó parte para vengarse de Xavier. De hecho estuvo peleado con su hermano durante muchísimos años, hasta la entrada en prisión de éste en 2012 por un asunto de drogas. A partir de ahí empezó su reconciliación, que dura hasta el día de hoy.

Xavier Font

Después del fin de Locomía, volvió a Ibiza y siguió conectado al mundo de la moda y el espectáculo. Pero en 2012, fue condenado por un delito contra la salud pública tras serle incautados en su casa pocos más de cuatro gramos de éxtasis y unos botes de popper que vendía a través de internet, en una operación policial que fue 'ingeniosamente' bautizada como 'Operación Abanico'. Le cayeron siete años de internamiento, pero en la cárcel tuvo muy buen comportamiento e incluso organizó actividades culturales con el resto de presos, por lo que salió en libertad condicional a los tres meses. Aquel episodio le llevó a ser entrevistado en el programa 'Dónde estás corazón' de Antena 3, donde los tertulianos le metieron caña a más no poder, aunque él aguantó el chaparrón estoicamente y con bastante clase.La patente del grupo, que continúa perteneciéndole a él, está gestionada por la agencia Tarré Management, que ofrece conciertos en grandes escenarios donde la nueva formación interpreta tanto los temas que encumbraron a Locomía como nuevas canciones. Ahora, sus planes son consolidar la nueva formación y emprender varios proyectos con ella, como el rodaje de una película y su candidatura para el Benidorm Fest de 2023, de cara a intentar representar a España en el próximo certamen de Eurovisión.

Carlos Armas

No fue integrante de la formación original ya que entró en sustitución de Gard Passchier, pero su papel en la historia del grupo es crucial. Tras el fin de la carrera de Locomía, fue de los que peor lo llevó y se sumergió en una espiral de adicciones y malas compañías durante años, sin conseguir ningún trabajo decente. Más tarde intentó volver al negocio de la música uniéndose a Javier Pastrana para formar la efímera banda Vatikano, y en la actualidad es encargado de una tienda de moda en Tenerife y vive alejado de los escenarios.

Otros miembros posteriores de Locomía también siguen su vida fuera de la música. Juan Antonio Fuentes se dedica a la hostelería y lleva un restaurante en Cuba con su pareja. Francesc Picas trató de continuar su carrera en solitario lanzando el disco 'Bendición', pero se licenció en Psicología y abrió una empresa de complementos de moda llamada Picas&Navés, y después ha ejercido de psicólogo y ha escrito ocho libros de varias temáticas, entre ellas algunas novelas cómicas satíricas y sobre ocultismo. Santos Blanco continuó bailando un tiempo después de la separación de Locomía, y después descubrió su vocación religiosa y trabajó en albergues de apoyo a personas sin hogar hasta su muerte por embolia pulmonar en junio del 2018, a los 46 años. Poco después falleció por una infección bacteriana Frank Romero, uno de los Locomía 'paralelos', que después de la música se dedicó a la actuación y el diseño.