Niño Josele: «A la guitarra nunca hay que faltarle el respeto»

El artista presenta su nuevo disco, «El mar de mi ventana»

marina pina

Las puntas de los dedos del Niño Josele están ennegrecidas y callosas. Sus uñas cortas no parecen las de un guitarrista, pero sus manos le delatan. Niño Josele ha vuelto a su tierra para volver al orígen y, fruto de cuatro meses encerrado, ha surgido « ... El mar de mi ventana», un disco con diez temas nuevos donde la soleá convive con la rumba, la bulería y el tango en un recopilatorio en el que su nombre se mezcla con el de Tomatito, Paco de Lucía o o Alaín Pérez.

También «El Maestro» aparece en el disco. Enrique Morente da título al nombre del recopilatorio y a la primera canción, «El mar de mi ventana», tema que Josele compuso para su maestro y que se quedó huérfano con su partida. Una guitarra, palmas y nudillos, nadie sustituye a Morente: «su pérdida fue un palo muy grande para mí, para todo el mundo del flamenco».

«Yo no me he ido, nunca he dejado de ser flamenco», aclara Juan José Heredia Heredia el día que habla de su nuevo disco, que ha sido como una depuración: «tenía que limpiarme, es como si tuviera otra vez quince años, quería volver a la raiz flamenca, aunque no sbía muy bien qué estaba haciendo».

Sucesor de Paco de Lucía

Josele aprendió a tocar la guitarra observando a su padre quien, aunque no era profesional, era «un gran aficionado». Con siete años cogió su primera guitarra y su padre le decía «no te duermas, que ahora en otro sitio es de día y hay otro chico practicando, no pierdas el tiempo». Gracias a eso muchos le consideran el sucesor de Paco de Lucía. «Llega un momento que me subo a un escenario rodeado de maestros y no sé cómo he llegado, la recompensa a tanto esfuerzo es un sueño tan grande que no quiero despertar », reconoce el artista.

En «El mar de mi ventana» colaboran artistas de primera que han formado parte de la vida de Niño Josele. «Lo de las colaboraciones no fue pensado, me encontré a Tomatito y me dijo que le gustaría colaborar conmigo y Paco, antes de empezar a componer, me dijo “si tienes algo bonito mándamelo”, no fue nada pensado», dice un artista que ha tocado hace poco en Abu Dabi, que ha versionado el piano de Bill Evans y que ha tocado los tangos de Calamaro.

«Lo más difícil es echar las horas necesarias para que salga perfecto»

La guitarra de Josele siempre está afinada, los acordes fluyen y se mezclan dando lugar a melodías unicas, a canciones frescas que demuestran que no está todo dicho en el flamenco. «He aprendido que la música es lo que tú eres, como tú tocas es lo que eres».

Gracias a su padre, Josele aprendió que no hay que parar de trabajar que « no hay que perder el respeto a la guitarra pero tampoco hay que fiarse ». Josele también sabe que no hay nada que no pueda hacer: «Yo creo que lo más dificil es ponerte y echar las horas necesarias a lo que quieras hacer, diez segundos de armonía de Bill Evans para mí eran cinco o seis horas practicando para hacerlo perfecto», explica.

Uno de los motivos por los que Josele no ha perdido la ilusión –«tengo mucha más que cuando empecé»– es por Morente: «Enrique siempre quería aprender, si él era el mejor y seguía aprendiendo, yo también quiero aprender», por eso cuenta que quiere hacer algo con música clásica: «algo con orquesta, música con laúd, flamenco con ópera...¡quiero hacer todo lo que se me ponga por delante!».

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