Hazte premium Hazte premium

Cooper, el concierto de despedida del músico pop de culto

Alejandro Díez pone punto y final a su carrera hoy en la sala But

Alejandro Díez, Cooper

PABLO CARRERO

Empezó siendo apenas un adolescente. A mediados de los ochenta fundó Los Flechazos , un formidable grupo pop de clara orientación sesentera y modernista que dejó un lustroso puñado de gloriosas canciones rebosantes de buenas melodías y bendita energía juvenil.

La s eparación de Los Flechazos y el arranque de su nuevo proyecto, Cooper , constituía un paso de madurez. Bajo ese nombre ha publicado otra sustanciosa colección de discos en los que se mantenía ese afortunado equilibrio entre el pop de los sesenta y la nueva ola con un carácter algo más pausado e introspectivo.

Mañana, en la sala Ocho y Medio de Madrid, Alejandro Díez celebra el concierto que pone punto final a su carrera musical , una decisión que responde a un cúmulo de razones: «Tengo la sensación de que la fiesta ha terminado, que ya no tiene sentido seguir porque no tengo ya nada más que decir. Creo que todo lo que podía hacer lo he hecho ya, que no soy capaz de hacer algo mejor. Tengo incluso la impresión de que los últimos años, que han sido muy buenos, con momentos muy divertidos y emocionantes, han sido una especie de prórroga que yo mismo me he dado, pero ya no puedo alargarla más. Lo que no quería es que llegara un momento en el que me sintiera totalmente fuera de sitio, que es algo que he empezado a intuir desde hace algún tiempo».

Convertido en una especie de músico de culto , apreciado de forma fidelísima por un nutrido grupo de seguidores pero muy lejos de las cotas de popularidad que llegó a rozar en los mejores tiempos de Los Flechazos , Alex tiene claro que jamás tuvo vocación minoritaria: «Todo lo contrario. Cuando tenía quince años, mis grupos favoritos salían en “Aplauso” . Nunca he tenido la intención de resultar raro ni diferente, aunque es verdad que tampoco he forzado las cosas para llegar a un público más amplio. Siempre he hecho las cosas de forma muy natural, y, mira, al final he tenido la suerte de pasarme treinta y cinco años de mi vida grabando discos y tocando en directo».

La renuncia, en cualquier caso, no entraña frustración alguna: «Me siento muy afortunado. Ha habido épocas mejores y otras no tan buenas, pero, en general, me quedo con un montón de momentos fabulosos. La música pop, el rock and roll, ha sido y sigue siendo mi vida».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación