Los aplausos de la marcha Radetzki llegarán por internet

Esa es la razón por la que, a pesar del cierre desde hace meses de toda la cultura y el ocio en Austria, el concierto debía celebrarse, aunque la Musikverein, prudentemente, ha optado por un concierto sin público. Este año, al igual que el resto de los mortales, los vieneses verán el concierto en televisión.

«La buena noticia es que vamos a tocar el Concierto de Año Nuevo . La mala es que tendremos que adaptarnos y, naturalmente, tendrá lugar sin público», ha resumido Daniel Froschauer, presidente de la Filarmónica, que juzga como «imposible» la cancelación del concierto, que se transmitirá en directo a más de 90 países y volverá a ser seguido por televidentes de todo el mundo. La media es de 50 millones de espectadores que, en esta edición, cobrarán inusitado protagonismo.

«Si en estos tiempos tan complicados no hubiese Concierto de Año Nuevo , ¿qué clase de mensaje estaríamos mandando al mundo?», es la pregunta que se hicieron los responsables del evento. «Desde el punto de vista de la dramaturgia, hemos debido pensar el algunas adaptaciones. Imagínense que termina una polka rápida y se escucha… ¿silencio?», ha justificado Froschauer posibles modificaciones de programa como la opción de interpretar varias piezas seguidas para reducir el número de interrupciones y aplausos ausentes.

Seguramente, Riccardo Muti encontrará la manera de dar vida a la Sala Dorada, a pesar del público ausente, así como de escenificar una reacción artística a la omnipresente pandemia, que difícilmente irá, por otra parte, más allá de un gesto protocolario. Recordemos que en 2005 Lorin Maazel invirtió el inalterable orden de los bises, interpretando la Marcha Radetzky antes que el Danubio Azul , como muestra de respeto y pésame a las víctimas del Tsunami de 2004.

También habrá sorpresa durante el ritual de palmadas al compás con las que el público acompaña la Marcha Radetzky , en el que el director se vuelve, dando la espalda a los maestros para dirigir al respetable. No será la primera vez que los telespectadores participen con sus propias palmadas desde el sofá, pero, en esta ocasión, la cadena de televisión pública austriaca ORF ha invitado a enviar esos aplausos vía internet en directo para apoyar de forma simbólica a todos los artistas del mundo.

Además, la ORF mostrará fotos de algunos de esos espectadores durante la transmisión, fotos enviadas voluntariamente a través de la web mynewyearsconcert.com y con ayuda de su teléfono inteligente, tableta u ordenador. La inscripción debe ser realizada antes del inicio del concierto y la web activará el micrófono en el momento adecuado y los aplausos fusionados serán reproducidos por los sistemas de sonido en la sala de conciertos. Es posible que haya ligeros ruidos de fondo en los aplausos, ya que en esta Marcha Radetzky global le ha sido asignada una mayor prioridad a la experiencia en vivo que a una señal de audio perfecta.

El Gobierno austriaco ha puesto en marcha una plataforma interactiva en colaboración con la empresa Poet Audio, fabricante de sistemas de sonido inalámbricos con sede en Graz, para que los aplausos desde casa lleguen al interior de la sala. «Gracias a esta original contribución acústica lograremos acallar el ruido de una pesadilla mundial», confían los responsables. El rigor de la etiqueta será sustituido por el hashtag #MyNewYearsConcert , mucho más del siglo XXI y que reunirá virtualmente a amantes de la música de los cinco continentes.

«Pondremos en pie un concierto que no solo será interpretado de forma magnífica, sino que además será una señal llena de esperanza para el futuro», ha prometido Froschauer, que en principio respetará el programa, cerrado desde el pasado mes de febrero. «Ya estamos trabajando en el programa del año que viene. Quizá podamos encontrar un vals de la peste con el que echar un vistazo atrás, quizá es mejor hacerlo más tarde que ahora, que estamos todavía en medio de la calamidad», ha sugerido. Por lo demás, los músicos se someterán a un test PCR el 26 de diciembre y varios test rápidos más a partir de esa fecha, pero no serán aislados, ni ellos ni el director, del que estaríamos sin duda hablando de no ser por el coronavirus .

Muti dirigió por primera vez este concierto en 1993 y esta será la sexta ocasión. El programa tendrá como plato fuerte obras de la familia Strauss, aunque también incluye piezas de Carl Zeller, Carl Millöcker y Karel Komzák II. Será grabado por el sello Sony Classical, que lo sacará al mercado en formato CD y digital el 8 de enero, y en DVV, Blu-ray y LP a partir del día 29.