El Columpio Asesino: «Hemos alcanzado el punto justo de cocción del espectáculo»

Pero este año les quedan tres citas, en Barcelona, el 19 de diciembre ; en Valencia este fin de semana (donde hacen doblete); y en Madrid el próximo jueves. «Para ser honesto, estamos ya en ese punto en el que estás deseando que se termine la gira», confiesa Álvaro Arizaleta (voz y batería). «Han sido dos años de tocar sin parar, y necesitamos una desconexión total con el Columpio. Cuando acabemos la gira nos vamos a dar un tiempo para descansar, así que no hay planes de grabar a corto plazo».

En este cansancio también influye que el propio proceso de creación del disco fue largo y muy trabajoso. «Estuvimos cuatro meses casi aislados en una casa de Bigüezal, un pueblecito de Navarra. El panadero subía una vez a la semana, igual que el carnicero y el pescadero. Toda una experiencia, más aún teniendo en cuenta que esta vez producíamos sin Iñaki de Lucas, que había estado con nosotros en todos nuestros discos anteriores», cuenta Arizaleta.

Toda esta etapa marcada por «Ballenas muertas en San Sebastián» ha sido intensa, agotadora, y por eso sus fans no deberían perderse estos últimos shows antes del parón indefinido. «Además, hemos alcanzado el punto justo de cocción de lo que es el espectáculo en sí. Después de tantos conciertos, ya tenemos muy claro el orden ideal de las canciones, cómo enlazarlas para hacer que la gente se venga arriba, cuándo bajar, cuándo volver a subir...»

Como casi todos los grupos de rock del planeta, ellos también se han imaginado lo horrible que debió de ser ver a dos tipos disparando con ametralladoras bajo el escenario, y han pensado en «cómo sería si ocurriese algo así en Joy Eslava , por ejemplo. No tenemos miedo, pero sí que empiezas a ver las cosas de otra manera. También fue bastante impactante ver que una de nuestras canciones, “Babel”, ha resultado ser bastante premonitoria de todo lo que está pasando».

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