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ABC Cultural

Cecilia Bartoli vendrá a Madrid sin caché

La mezzosoprano ofrecerá un concierto en el Auditorio Nacional, dentro de la programación del CNDM que incluye a Chick Corea, el Cuarteto Kronos, Arcángel y Michael Nyman

Cecilia Bartoli vendrá a Madrid sin caché DG

susana gaviña

En tiempos difíciles es necesario replantearse la forma de gestionar las actividades culturales. La crisis económica, repercutida en el recorte de las subvenciones públicas , ha obligado a organizadores, agentes y artistas a buscar nuevas fórmulas. Así, los desorbitantes cachés de antaño ya no son pagados tan alegremente. La burbuja musical también ha estallado en España.

Si bien una de las propuestas es encontrar un patrocinador para determinados espectáculos (algo que practica el Teatro Real ), otra de las posibilidades que está comenzando a cobrar fuerza es la de procurar que sea la taquilla, esto es, el público, la que compense el coste de los conciertos (algo que venían haciendo las administraciones públicas a través de las subvenciones), lo que supone un menor riesgo para los organizadores. Una fórmula que vienen utilizando desde hace algún tiempo algunas orquestas y solistas, como el pianista Lang Lang .

La mezzosoprano Cecilia Bartoli ya se ha presenado así en Barcelona, con éxito, y repite la próxima temporada en Madrid. Así, su caché y el de la Orquesta de Cámara de Basilea que la acompañará (alrededor de 120.000 euros), y el margen de beneficios de su agente en España, dependerán de la taquilla que haga en el Auditorio Nacional, donde cantará, el 13 de diciembre, dentro de la programación del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM).

«Podemos traer a artistas con cachés muy altos, que nosotros no pagamos y no suponen ningún riesto»

«La puerta que les he abierto a Cecilia Bartoli y Chick Corea para actuar aquí es que lo hagan a taquilla», explica a ABC el director artístico del CNDM, Antonio Moral. «La idea es que los grandes nombres que tienen la posibilidad de llenar una sala vengan a taquilla. Una fórmula que se practica en otros países y que tenemos que poner en práctica aquí, de manera que podemos tener artistas con cachés muy alto, que nosotros no pagamos, ni corremos ningún riesgo. Para un momento con estas características y una institución pública como el CNDM, creo que es un instrumento de futuro , que vamos a seguir empleando», argumenta.

Este planteamiento, sin embargo, solo es aplicado o aplicable en grandes ciudades, aseguran fuente consultadas por este periódico, pues no todo el mundo está dispuesto o puede desembolsar los 90 euros que costará la entrada de la Bartoli (salen a la venta el 6 de septiembre). En Madrid, donde se pagan precios astronómicos (una entrada del Real puede superar los 300 euros , y en el ciclo de Ibermúsica se pagan alrededor de 170 euros por concierto), sin embargo, es una apuesta segura.

En otras ciudades, con un público menos acostumbrado a pagar esas cantidades, «se está utilizando el sistema mixto , que combina la taquilla con un porcentaje de caché fijo», explican esas mismas fuentes.

Apuestas seguras

Es a la taquilla donde todos miran, no con el pretexto de enriquecerse, sino con la esperanza de que al menos cubra los costes del espectáculo, huérfanos ahora los organizadores del maná de las ayudas del Estado. Así, se apuesta por valores seguros y géneros de poco riesgo -con algunas licencias, claro está-, que gozan del favor del público.

Es el caso del CNDM que vuelve apostar la próxima temporada por el barroco ( Les Arts Florissants, Il Giardino Armonico, Europa Galante de Biondi, Les Talents Lyriques de Rousset, Savalla y Al Ayre Español) , el flamenco ( Cañizares, Dorantes, Arcángel, Diego el Cigala... ) y el jazz (Michel Camilo con Tomatito o el Trío de Chick Corea ). Y aparca o baja el perfil de otras propuestas que gozan de menos favor por parte del público, como es el caso de la música contemporánea.

«La gente no está dispuesta a pagar 40 euros por un concierto de música contempo-ránea»

Moral desmiente que invierta más en unos repertorios que en otros. «La diferencia es que los conciertos barrocos llenan y los financia el público comprando las entradas (el precio en la sala grande es de 40 euros ); mientra que el problema de la música contemporánea es que un grupo como el Ensemble Intercontemporain , puede costar entre 30.000 y 40.000 contratarle, y los ingresos de taquilla, si es gratuita es cero, y si lo hacemos al precio de la sala de cámara (10 euros), recaudaríamos 8.000 euros», se justifica Antonio Moral, que el año que viene no traerá a la prestigiosa agrupación francesa. «La gente no paga 40 euros por un concierto de música contemporánea».

En cuanto al futuro, Moral afirma que formaciones como el Intercontemoporain o el Klangforum de Viena, con un caché similar y cuya participación esta temporada tuvo que ser cancelada debido «al retraso en la p resentación de los presupuestos generales», vendrán a Madrid «en una coproducción, subvencionadas o en una formación más pequeña. Yo nunca me he arriesgado y no lo voy a hacer ahora», subraya.

Eso no significa que el director artístico del CNDM haya erradicado la creación contemporánea. La próxima temporada repite el ciclo Series 20/21 , que reúne las propuestas de música más actual (obras del siglo XX y XXI), se reparte en dos espacios: el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía -«centro de operaciones de la creación actual», subraya Moral-, con entrada gratuita. Allí actuarán principalmente los músicos y agrupaciones españolas ( Gabriel Estarellas, Trío Arbós, Smash Ensemble, Cuarteto Quiroga, Atelier Gambau.. .), y se realizarán gran parte de los estrenos absolutos (David del Puerto, Georges Aperghis, Pérez Maseda, Gabriel Erkoreka, Mercedes Zavala, Jesús Villa Rojo, Cristóbal Halffter...).

En la sala de cámara del Auditorio Nacional, donde las entradas oscilan entre los 7 y los 10 euros , se desarrollará la otra parte del ciclo, protagonizada por artistas y grupos mayoritariamente internacionales ( Viktoria Mullova, Ute Lemper, los Cuartetos Tokio, Brodsky y Cuarteto Kronos... ), al que se suman los nacionales BCN216 y Neopercusión .

Consolidar el proyecto

Con esta programación, Antonio Moral espera «consolidar» un proyecto que asumió hace un par de años con cierto vértigo, ante el miedo de no captar el interés del público. «Lo hemos asentado muy pronto», confiesa con cierta satisfacción, «algo que pensaba no sucedería hasta después de tres temporadas».

«No busco solo que el público se divierta, sino que tenga las claves para poder reflexionar»

La clave de su éxito (en esta primera temporada ha conseguido una ocupación global del 80 por ciernto ) es la combinación de programas novedosos, en los que Moral apela a las «sinergias». Así en el próximo curso el público podrá elegir entre el ciclo Bach Modern , un diálogo abierto entre la música antigua y moderna, para el que Michael Nyman escribirá una obra; Fronteras , donde se difuminan los géneros; el dedicado a las músicas degeneradas, o el ciclo Contrapunto de Verano, que presentará el maridaje entre la música de Shostakovich y la de Bach, a cargo del Cuarteto Jerusalén.

Frente a estas, comviven otras propuestas más tradicionales y conocidas por el público, siempre teniendo como eje central el repertorio español (ocupa el 50% de la programación), ya sea antiguo o actual (se estrenarán 22 nuevas partituras , 12 por encargo del CNDM). Una oferta, que abarca diez siglos de música, y bajo la que subyace una vocación «didáctica» por parte del director artistico del CNDM. «No busco solo que el público se divierta, sino que tenga las claves necesarias para poder reflexionar. Eso forma parte de las responsabilidades de un organizador»

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