El cantante de Linkin Park se suicida a los 41 años

La comparación, más allá del sistema escogido y de la amistad que unía a ambos artistas , no es casual, ya que mientras que Cornell puso voz al desconcierto de los noventa y capitalizó buena parte de la rabia asociada al grunge, Linkin Park tomaron el relevo con el cambio de siglo y sedujeron a una nueva generación a fuerza de cruzar metal, rock industrial y hip hop. De hecho, la irrupción de la banda coincidió con una regeneración estilística en la industria americana, que cambió el grunge por el nu-metal de bandas como Korn y Limp Bizkit.

Ayer, en el mismo día que Cornell hubiera cumplido 53 años , Bennington apareció muerto en circunstancias similares a las de su amigo y compañero de profesión. El portal sensacionalista ’TMZ’ citó a fuentes policiales para asegurar que el cantante se ahorcó -el mismo método de suicidio que usó Cornell. El responsable forense del condado de Los Ángeles , Brian Elias, confirmó la muerte del cantante y que se estaba investigado como un suicidio.

Linkin Park, fieles a esa fórmula despacharon más 68 millones de discos y se erigieron en estandarte estilístico de una nueva generación que abrazó con idéntica pasión la electrónica y el rock duro.

Bennington, casado y con seis hijos de tres relaciones diferentes, no fue uno de los fundadores del grupo, pero sí que estuvo prácticamente desde el principio: entró a finales de los noventa tras pasar por Dead By Sunrise y sustityó como vocalista a Mark Wakefield, quien arrojó la toalla debido la escasa repercusión de la banda, y desde entonces se convirtió en unas de las señas distintivas de la formación.

Su voz, siempre a caballo entre la furia del metal y el encanto melódico, dejó huella en trabajos como «Hybrid Theory», celebrado debut de la banda publicado en 2000. Este mismo año, los californianos acabanan de publicar «One More Light», su séptimo trabajo de estudio. De hecho, no hace ni un mes que la banda pasó por Madrid para presentarlo en el Download Festival.

Bennington, nacido en 1976 en Phoenix, había luchado durante años contra sus adicciones al alcohol y a las drogas y en alguna ocasión llegó a asegurar que había considerado suicidarse porque de niño había sufrido abusos sexuales en su infancia.

El 18 de mayo, Chester Bennington, cantante de Linkin Park, publicó una carta de despedida emotiva en las redes s ociales tras conocer el suicidio de Chris Cornell, cantante de Soundgarden y amigo íntimo suyo. «Quiero pensar que estabas diciendo adiós a tu manera. No puedo imaginar el mundo si ti. Rezo para que encuentres paz en la otra vida», aseguraba en su mensaje.

La noticia, sin embargo, fue recibida con sorpresa en EE.UU. Linkin Park acaba de publicar un disco con gran éxito, había girado una gira en Europa y se disponía a abrir otra periplo mundial que arrancaba el 27 de julio en Mansfield (Massachusetts) , donde la banda tenía previsto un concierto. En la gira estaban previstas las colaboraciones de otras bandas, como Machine Gun Kelly o One OK Rock, y del rapero Snoop Dogg.

Además, tras la muerte de Cornell había publicado mensajes positivos en redes sociales. Uno de ellos era una fotografía de la graduación una de sus hijas -deja seis hijos de tres relaciones- y en otro se congratulaba de estar inspirado: «Me siento muy creativo esta semana. He escrito seis canciones y estoy contento con todas ellas» . La víspera de su muerte había compartido un mensaje sobre la polución de los mares y unos días antes publicó una fotografía con otros músicos de un proyecto musical paralelo.

La banda se formó en 1996 y consiguió fama internacional ya con su disco de debut, «Hybrid Theory», y se confirmó con «Meteora» en 2003. «One More Light», publicado en mayo, era su sexto álbum , en el que giró hacia un estilo más melódico y pop y con el que se subió al número uno de Billboard.