Angela Merkel se despide a ritmo del punk de Nina Hagen

Merkel, en cambio, pidió un acto discreto en el patio de la Cancillería de Berlín, pero le respondieron que no había espacio suficiente para el cuerpo de música y los invitados de honor, además del personal de seguridad, por lo que finalmente accedió a celebrar en el patio del Ministerio de Defensa, algo más espacioso, el protocolario acto de adiós programado para el 2 de diciembre . Merkel no destacará por el boato, pero sí dejará una firma personal y bastante cañera ante el ejército alemán, que le rendirá honores por última vez: ha pedido que la banda toque para ella una canción de la cantante punk alemana Nina Hagen .

Es tradición dejar que el canciller saliente pida tres canciones y Merkel ha sorprendido con su apuesta. No por el himno cristiano 'Großer Gott, wir loben Dich' ('Santo Dios, alabamos tu nombre'), una pieza del siglo XVIII previsible desde el punto de vista de su fe personal y de la identidad religiosa de su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU). Tampoco por la canción irónico-nostálgica 'Debería llover rosas sobre mí', de Hildegard Knef , a pesar de que se trata de una cantante y actriz alemana que causó escándalo por su desnudo en la película 'La pecadora', en 1950. Merkel es cristiana, pero no es ninguna mojigata y la letra de esta canción ofrece diversas y muy divertidas lecturas sobre la evolución de la visión del mundo, desde el querer hasta el deber. Es, en el fondo, un canto a la responsabilidad y al no conformarse con lo que hay, aunque sin esperar milagros.

Ha sido la tercera de sus canciones la que ha saltado a los titulares, la de Nina Hagen , titulada 'Olvidaste la película de color'. Cuando la grabó por primera vez, en 1974, una angelical Nina protestaba porque un tal Micha se había olvidado de comprar el carrete de fotos en color y, a la hora de colocarlas en el álbum, para recordar las vacaciones de la pareja en Hiddensee, todas resultaban grises y tristes.

Hagen, como Merkel , creció en la RDA , la Alemania comunista , y la letra podía entenderse como un grito oculto de libertad . La cantante resolvía dejar a Micha en busca de un mundo de color y Nina Hagen resolvió su resistencia ataviándose de arriba abajo con los colores más estridentes que pudo encontrar. Merkel, por su parte, entró en política para pintar su país con sus particulares colores.

Pero la cosa no queda ahí. Los comentaristas políticos alemanes se empeñan en buscar una lectura más actual a la letra de la canción y especulan con quién es hoy el 'Micha' de Merkel. ¿Su partido, que deshizo el planificado relevo de liderazgo y a base de luchas fratricidas entregó el Gobierno alemán a una inédita coalición de socialdemócratas, liberales y verdes? ¿A sus homólogos masculinos, a los que a menudo ha sobrellevado a base de oración y misericordia? ¿O al 30% de alemanes que se niegan a ponerse la vacuna ?

A menos que en las próximas 48 horas un nuevo confinamiento obligue a cancelar el acto, Merkel podrá tararear esta canción, junto con las anteriores, en el acto al que apenas asistirán 200 personas, entre las que están invitados los 52 ministros federales de la era Merkel. El presidente federal Frank-Walter Steinmeier ha confirmado, pero, por ejemplo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen no comparecerá porque tiene una cumbre con jefes de Estado y Gobierno de América del Sur ese día. La recepción posterior en el casino Bendlerblock no se llevará a cabo.