Amaia: «Conocer a Marisol fue como ver a Jesucristo»

El título de su disco, 'Cuando no sé quien soy', suena como el grito de socorro de una joven que, como ella misma dice, ya no es «ni una niña ni una mujer adulta». Y es que para Amaia, esas cinco palabras expresan no sólo sus dudas en su viaje a través de las infinitas posibilidades del universo de la música, sino también de la vida misma. «Mi música ha evolucionado a la par que mi vida, e igual que yo, se ha hecho más madura», dice la cantante pamplonica, que reconoce que para los jóvenes actuales «hay tantas opciones en cuanto a estética, gustos, ocio, cultura... que a veces todo resulta muy resulta confuso y sientes un poco de bloqueo al elegir qué es lo que quieres que forme parte de tu personalidad. Para nuestros padres todo eso era bastante más sencillo, por la simple razón de que no había tanto donde elegir. Lo digo por la música, ya que lo único que podían escuchar era lo que sonara en la radio, como en la vida, donde había muchísima más uniformidad en los referentes. En nuestra generación tenemos muchas más posibilidades, lo cual es muy bueno, pero por eso también puede que haya más confusión en la juventud de hoy en general».

Lo abrumador de este vértigo vital de la era de las tecnologías hace que, por ejemplo, Amaia hable con cero complejos acerca de sus sesiones de psicoanálisis en 'La persona', una de las canciones de este segundo álbum. «Sí, yo voy a terapia y me va genial, la verdad. Al final es como ir al médico, no tiene por qué ser nada loco... es lo más normal», dice la artista, que a pesar de afrontar con tranquilidad su paso a la vida adulta, sigue muy conectada a su niña interior. «Por eso hay una foto de mí de pequeña en la portada», asegura. « Soy algo nostálgica , y recordar mi infancia siempre me sienta bien. Por eso, cuando en las entrevistas por este disco me han preguntado si quiero deshacerme de cierta imagen de niña buena, dijo que no. Que si eso ha pasado, ha sido de forma natural, nada consciente».

En 'Cuando no sé quién soy' sólo hay colaboraciones de compis de generación como Rojuu («va a ser una superestrella, estoy convencida», asegura) o Aitana, pero Amaia no es de las que les faltan el respeto a sus mayores, ni muchísimo menos. De hecho, uno de los sueños que ha podido cumplir gracias a su éxito como cantante ha sido conocer a Marisol . «Fue como ver a Jesucristo. Para mí ha sido siempre una influencia enorme, y de hecho, cuando era pequeña empecé a cantar por ella. Me contó muchas cosas de su vida con las que me sentí identificada».