Estrella Morente: «Trabajaré para merecer el legado de mi padre»

–¿Qué supone este reconocimiento?

«Este homenaje me va a dar la credibilidad del aficionado»–Es un aliento, una gran ilusión para una persona joven como yo pero que lleva muchos años –desde que tengo uso de razón– entregados a la música. Igual que mi hermana tiene su carrera de Filología Hispánica, yo tengo mi carrera del cante. Hay mucha gente veterana y también joven –que está muy preparada–, que merece este reconocimiento, quizá antes que yo. Lo bueno es que me va a servir para tener más ilusión y la credibilidad de la afición, algo muy importante teniendo en cuenta de dónde viene este homenaje, que no es solo para mí, también para la casa Morente. Va a ser muy bonito y muy emotivo para toda mi familia. Yo me considero una aficionada más y creo que estoy al principio del camino.

–Usted ya tiene su lugar en el mundo del flamenco. ¿Qué le queda por hacer?

–Cada día tengo más necesidad de saber cuáles son los orígenes, los comienzos, la historia..., y más curiosidad por los clásicos. He tenido la suerte de haber nacido bajo la enseñanza de un genio, y no solo yo, también mis hermanos, mi familia y algunos compañeros, como Poveda, Arcángel... que han tenido la suerte de estar cerca de mi casa y han visto cómo mi padre se ha entregado siempre, y cómo hasta el último momento estuvo aprendiendo. Y por encima de todo le gustaba escuchar a los cantaores clásicos, su gente, como siempre los ha llamado. Nunca dejó de aprender aunque era uno de los máximos creadores del flamenco.

–A su padre le gustaba experimentar. ¿A usted también?

«La obra de mi padre está cargada de un mensaje solidario»–Tengo la suerte de dedicarme a una profesión maravillosa, que es la del arte, y el arte no solo sirve para expresar lo que uno siente, sino también lo que siente el propio pueblo, la sociedad... La obra de mi padre está cargada de un mensaje muy importante, un mensaje solidario, humanista, a favor del pueblo, del desprotegido... Eso también lo llevamos toda mi familia muy a rajatabla. Es nuestra enseñanza. Nuestra manera de caminar en la música. Mi padre se daba cuenta de que cuanto más sabía menos sabía. Esa es nuestra mejor herencia y va a ser nuestro lema hasta el final.

–El cante de su padre era solidario. ¿Qué es lo que quiere transmitir Estrella Morente cuando canta?

«A pesar de ser hijos de un genio nunca nos hemos acomodado»–No hay cosa más bonita que la gente te haga suya. Eso es porque se ha juntado una serie de cosas en el lamento del cante, en la actitud, en la presencia de alguien, en la energía... Cuando alguien no es bien recibido siempre tiene un sentido. Está la arrogancia por medio, la prepotencia o el protagonismo... Y yo creo que nuestra música carece de todo este tipo de cosas. A pesar de que nosotros respetamos mucho la estética en el escenario, al subirse a las tablas, para nosotros, no hay nada seguro. Lo que te la da es el trabajo, el sacrificio. A pesar de ser hijos de un genio, nunca nos hemos acomodado. Esa búsqueda es una consecuencia de esta forma de vida. Cuando uno se cruza de brazos es porque cree que lo tiene todo hecho, en cambio mi padre nunca paró de hacer cosas, de abrir las puertas a los demás, y fue un símbolo para las nuevas generaciones. Yo creo que eso lo hemos heredado, y si no, le aseguro que trabajaremos para merecernos todo esto. Y siempre hablo en plural porque a mis hermanos les ha dado por cantar y, aunque ya casi no coincidimos, nos llamamos, uno desde Francia, el otro desde Galicia... (se ríe).

–¿Resulta difícil ser la hija de un genio?

–Un genio como el que hemos tenido la suerte de ver en casa, el más humilde y el más trabajador de los seres humanos, no lo es porque, a pesar de ser un grande, era cercano y humilde. Y eso nos los ha transmitido, el llegar a las personas, pero no el convencerlas, porque mi padre nunca trató de convencer a nadie. De esa manera, siendo uno honesto consigo mismo, sincero, respetuoso, también consigue serlo con los demás, al menos un poquito. Ser un ciudadano de a pie en condiciones. Todo eso tiene mucha importancia para nosotros en casa. Mi hermana Soleá está haciendo su camino con una serie de trabajos muy serios y comprometidos; José Enrique es muy cantaor. Estamos muy contentos en casa porque vemos que sigue la afición al cante y esa necesidad de la base y de los clásicos. Esto te motiva y ves que todo este legado, ese sacrificio, tiene su resultado. Ese es nuestro objetivo:trabajar en el arte y para el mundo en el que vivimos.

–¿Qué proyectos tiene para los próximos meses?

–Tengo un barco lleno de proyectos míos (un disco de canción brasileña de los años 20 con Fernando Trueba, algunos cinematográficos...), de mis hermanos y de mi padre, que dejó mucho trabajo por hacer. ¡Hubiese hecho tantas cosas durante este tiempo! Cosas que nosotros iremos haciendo poco a poco.