Cerca de 54.000 personas vibraron con el show de los Rolling en el Bernabéu

Teloneó el concierto Leiva , colchonero confeso, en compañía de Ariel Rot y Carlos Tarque. Se dejó por el camino al que fuera su compañero en Perez Rubén Pozo. Más allá de esto, y a partir de ahí, una ola de satisfacción inundó el recinto, que disfrutó de dos horas de música en directo. Fue un espectáculo completo, que satisfizo a la mayoría pero que no dejó ninguna imagen memorable. Un cincuenta aniversario cumplidor , pero al que no se podía faltar.

El telonero fue Leiva, colchonero confeso, en compañía de Ariel Rot y Carlos Tarque Cualquier otro hombre de 70 años, bisabuelo, con una camiseta semitransparente y dando brincos por un escenario sería objeto de burla. Jagger no. Jagger es el padre de todos los desmadres, bailando y cantando con agudos y graves como si no pasara el tiempo. Todos están a la altura, enfundados en sus estrafalarios vestuarios, hasta Charlie Watts, que no borra el gesto adusto, pero aún da unos porrazos de aúpa a la batería. Sin olvidar los «riffs» de Keith Richards en la noventera «You got me rocking» o los guitarrazos de Ron Wood.

Cabe destacar también el papel de sus músicos de apoyo, como el del bajista Darryl Jones en «Miss you» y, sobre todo, el de esa corista de rompe y rasga que es Lisa Fischer, capaz de plantarle cara y morritos al mismísimo Jagger durante la interpretación de «Gimme shelter».

Todo está medido, sí, pero qué medidas: los pantalones, el sonido atronador, las luces... Lo de siempre, que ya se sabe que funciona, como el repertorio, que –sin material nuevo desde 2005– se compone de éxitos hasta «Start me up», de lo más reciente (y eso que es del 81), lo que también es un motivo de celebración para sus seguidores.