«Frühbeck de Burgos pudo hacer lo que más amaba hasta casi el último suspiro»

Entre ellas, destacan las reflexiones realizadas por otro director de orquesta , Jesús López Cobos, que como él ocupó la titularidad de la Orquesta Nacional de España. «Con gran tristeza nos llega la noticia de la muerte de Rafael Fruhbeck . Rafael pertenece a una generación (que es también la mía pues sólo nos separaban seis años) en que ser músico en España era una auténtica aventura . Nuestra imagen en el exterior era la de un país de toros y flamenco. Un director de orquesta era una rara avis y hacia falta mucha tenacidad talento y coraje para realizar tu sueño. Rafael lo hizo y fue, tras el malogrado Argenta , el gran pionero de la música española. Todos le seguimos y tenemos que agradecerle que abriera el camino. El destino le ha hecho el gran regalo de que pudiese hacer lo que más amaba hasta casi el último suspiro. Seguramente se mereció ese regalo con creces».

Teresa Berganza es una de las voces españolas que compartió escenario con el maestro burgalés, al que confiesa admiraba mucho, y por el que sentía un gran aprecio personal. «La última obra que le vi dirigir fue una Novena de Beethoven (obra emblemática en su repertorio), y fue una de las más hermosas que ha interpretado. En los últimos años, todas sus interpretaciones estaban llenas de emoción . Su vida era la música. Aunque al final tenía un aspecto más frágil, cuando cogía la batuta se transformaba. Ha sido un director entregado hasta el último momento», explica emocionada la mezzosoprano madrileña, «son tantos años de conocernos». Berganza, que mañana este jueves de manos de la Reina el X premio Yehudi Menuhin , que concede la Fundación Albéniz, adelanta que le gustaría dedicarles algunas palabras al maestro. Algo que espera le permitan a pesar del protocolo. «Si no me dejan, también las diré», segura.

Una de las últimas intérpretes que cantó a sus órdenes fue la mezzosoprano María José Montiel , que le acompañó en su regreso al Teatro de la Zarzuela, el pasado mes de septiembre con la interpretación, en versión de concierto, de «La tempranica», con la que se celebraba también el 80 aniversario del maestro (el Inaem le hizo entrega de una placa). «Frühbeck de Burgos ha estado hasta el último momento con las botas puestas. Ha sido un ejemplo de lucha y superación. Yo quiero darles las gracias por toda las interpretaciones que nos ha legado. Se ha ido uno de los grandes maestros españaoles de todos los tiempos. Quiero mandar mis condolencias a su familia. Siempre le recordaremos».

Otra de las últimas personas que colaboró con él fue José María Prat, responsable de Ibercamera y del ciclo La Filarmónica . «La última gira fue milagrosa. El orgullo que sentimos nosotros por haberla realizado es enorme. En esta gira, en la que se interpretaron las obras que él le gustaban como la "Sinfonía fantástica" de Berlioz, hubo momentos muy intensos, como cuando vio, por primera vez en su vida, levantado al público de Barcelona. Le sucedió esto justo al final de su carrera. Casi, casi consiguió lo que dijo, dirigir hasta que el cuerpo aguantase».

Por su parte, el director artístico del Real, Joan Matabosch , recordaba que el maestro había vuelto al coliseo madrileño, ya transformado en ópera, en 2012 ( algo que hizo gracias a la invitación de Gerard Mortier ). «Frühbeck de Burgos fue uno de los directores con más proyección internacional del país, además de uno de los directores más prolíficos, escrupulosos y brillantes. Ha dirigido todos los repertorios pero seguramente pasará a la historia como un defensor apasionado de Manuel de Fall». De hecho, el músico burgalés tenía previsto regresar al coliseo madrileño durante la temporada 2014-2015 para dirigir «La vida breve», en cuya interpretación Frühbeck «ha sido la referencia absoluta de la obra», ha asegurado Matabosch.

Felix Alcaráz, director técnico de la Orquesta y Coro Nacionales, explicaba esta mañana que «tanto los músicos como los técnicos le han venerado siempre a Rafael Frühbeck de Burgos, pero, sobre todo, el público que acudía a sus conciertos y que, simplemente, le adoraba. La OCNE vivió con él un periodo espléndido y brillante en todos los sentidos; era su gran maestro y no hay palabras para explicar lo importante que fue toda la música y los proyectos que hizo con ella».

La orquesta quiso hacerle con motivo de su 80 cumpleaños un gran homenaje, que consistió en tocar a sus órdenes una de sus piezas preferidas, «Carmina Burana», de Carl Orff , y lo hicieron el pasado mes de diciembre para grabarla en vivo y que fuera el primer título del sello discográfico que ha decidido lanzar la OCNE. Frühbeck iba a ser el protagonista de la presentación del sello , que se pospuso por su enfermedad, e iba a dirigir en octubre «La vida breve» y la «Sinfonía número 8» de Beethoven, un repertorio, recalca, con el que el burgalés se aseguró «un lugar en la historia hace muchos años». «Siempre hubo un antes y un después en la OCNE a partir de él», ha añadido Alcaraz.

También a mostrado su pesar la presidenta de la Fundación Albéniz, Paloma O'Shea, quien ha confesado estar desolada. «Lo único que me consuela es que su vida ha terminado como él quería, dirigiendo hasta casi el último momento. Si no puedo dirigir, no quiero seguir viviendo, me dijo una vez».