Duelo de payasos en la Zarzuela

Tras el estreno la temporada pasada de «Marina» , Ignacio García vuelve al escenario de la calle Jovellanos con estos dos títulos (que estarán en cartel hasta el 27 de abril), uno de los cuales, «Black, el payaso», ya le es familiar pues lo dirigió en 2006 en el Teatro Español. Ahora recupera aquel trabajo con algunas variantes: «Es el mismo plato pero con una guarnición mejor, pues este escenario es más grande, pero en esencia es heredero de aquel. Es un espectáculo más poderoso y encantador para el público», aseguró el director de escena, actualmente afincado en México, para quien este doble programa supone «un sueño cumplido».

«Ambos títulos tienen una identidad común pues reflexionan sobre lo mismo: quiénes somos y quién está debajo de la máscara de payaso», indicó. Sin embargo, el relato tiene, en su opinión, dos enfoques distintos. «Mientras en ‘Black’ la historia comienza siendo luminosa y luego se torna sombría, en ‘Pagliacci’ sucede lo contrario, va de las sombras a la luz».

Ambas obras se reúnen ahora para realizar «un gran homenaje a los comediantes, a los profesionales del teatro que nos han hecho reír y llorar. Son dos géneros hermanos, la zarzuela y la ópera, que hablan de lo mismo con distintos puntos de vista», señaló García.

«'Black' es una obra política e irónica, mientras que 'I pagliacci' es metafísica»Con este doble programa Pinamonti continúa su proceso de internacionalización de nuestro género, invitando a profesionales ajenos a él. Si en «Curro Vargas» fichó al director de escena Graham Vick , en esta ocasión ha llamado al director de orquesta Donato Renzetti , que confiesa su admiración por el compositor español, «un grandísimo músico». Renzetti quiso remarcar la gran diferencia musical que existe entre las dos partituras, «aunque ambas sean veristas», así como el diferente planteamiento de su argumento. «‘Black’ es una obra más política e irónica, es una gran pirueta dramática; mientras que ‘I pagliacci’ es más metafísica».

Ambas representan, además, dos mundos distintos: el de la emperatriz Sissi, por un aparte; mientras la otra es un reflejo del desengaño después de la I Guerra Mundial. «He querido mostrar las dos Europas, antes y después de la Gran Guerra», indicó Ignacio García.

El reto de esta propuesta es el debut de la mayoría del reparto en alguno de los dos títulos, en especial el de Leoncavallo, que alguno de los intérpretes ha afrontado de distinta manera. En el caso de María José Moreno , que regresa al escenario madrileño después de varios, le asaltaron las dudas a la hora de abordar el personaje de Nedda. «No es un papel ideal para mí, donde mi voz puede ofrecer más, aunque puedo afrontarlo porque lo he llevado a mi terreno. Al final caí en la tentación de hacerlo porque es un rol maravilloso», confesó la soprano, que también interpreta el papel de la princesa Sofía de Surevia en «Black, el payaso» (en ambos se alternará con María Rey-Joly).

«En mi caso este experimento no es viable por salud vocal»Por su parte, el barítono Juan José Rodríguez reconoció que este «experimento» de participar en los dos títulos -de gran dificultad técnica ambos- la misma tarde «en mi caso no es viable». De ahí que haya decidido «por salud vocal» alternar los papeles de Black y Tonio, estrenándose esta tarde en la obra de Sorozábal «pues es una zarzuela, un género que hay que defender, y además este es el Teatro de la Zarzuela», subrayó.

Quien también debuta en «I pagliacci» es uno de los tenores españoles en alza, el canario Jorge de León, que viene de cantar en La Scala «Cavallería rusticana». Interpreta el papel de Canio, alternándose con Albert Montserrat.