Carlos Santana: «Paco de Lucía está al nivel de Einstein o Michael Jackson»

Editado en 1999, «Supernatural» cambió el rumbo de la carrera de Santana, más que consolidado en la escena internacional como brillante y vibrante guitarrista, dueño de un estilo único que con ese álbum arrasó en las listas de éxitos y le hizo acreedor de numerosos premios y reconocimientos (entre ellos, nada menos que ocho premios Grammy).

Quince años después, se prepara para el próximo 4 de mayo la edición de «Corazón» , un álbum que sigue el esquema de «Supernatural», con la participación de nombres de relumbrón en la escena pop internacional, que en este caso pertenecen al ámbito latino: «Era el momento adecuado para hacer este disco. La idea vino de la mano y de la mente de mi hermano Marco Brione ; fue una chispa de luz sobre la que empezamos a avanzar. Invitamos a artistas que pudieran encajar y todo fue saliendo rodado… pero es cosa de la gracia de Dios. No es una cuestión de chanza o de fortuna. Nosotros no creemos en esas dimensiones. Nosotros creemos claramente en que cuando te alías a la gracia de Dios no hay nada imposible. Las oportunidades están a tus pies y lo único que tienes que hacer es presentarte con claridad y con ganas».

Francamente complacido con los resultados de «Corazón», en el que colaboran Gloria Estefan , Niña Pastori , Juanes , Los Fabulosos Cadillacs , Diego Torres o Ziggy Marley , Santana habla del disco como una «ofrenda de amor»: «Esto no es un trabajo, es una bendición. Todos vinieron a Las Vegas y allí nos vimos de ojo a ojo, y creamos en la misma estancia una explosión divina, de música que levanta corazones, da un pellizco, te hace bailar, llorar, te levanta todos los pelos».

Y es que para Carlos Santana la música es un milagro: «Lo es porque es un mensaje de luz. Habla a tus moléculas más claro que el español o el inglés. Los milagros siempre están presentes para un corazón sincero. Los tienes ahí, a tu alcance, y cada uno puede usar sus propias fórmulas. Yo utilizo un lenguaje de luz, que es la música , para elevar la vida de la gente, para que la gente piense con otra mente. La cosa mía no tiene nada que ver con Hollywood ni con el “show business”. La cosa mía es mandar un rayo de luz que cambia a la gente . Cuando la música le pega a la gente, en África, América Latina, la India o Estados Unidos, les pega en la misma dirección. La gente se acuerda de que no hay distancia ni separación, y empiezan a llorar y a bailar».

Santana habla como un torbellino de Dios y de espiritualidad. Sin embargo, no es tan amigo de las relgiones establecidas: «Respeto lo que dijo Jesucristo, pero no sigo ninguna religión… La espiritualidad es agua, pero la religión es Coca-Cola o Pepsi Cola. De todas formas, este Papa me gusta mucho más que los anteriores ; siento que él puede ayudar a que paren las guerras. Es una persona iluminada y p uede traer la dimensión de compasión, de alivio y curación, de desarmar el miedo . Porque el miedo cuesta muchísimo, y el amor, en cambio, es gratis».

Después de casi cinco décadas de carrera, Santana dice conservar la energía y la ilusión del primer día: «Me gusta que me pregunten por cuando era niño, porque soy igual en muchos sentidos, y porque mi vida ha sido como ya entonces quería que fuera. Yo desde chiquito quería ser siempre como mi padre -violinista en mariachi de Michoacán, en la costa Oeste mexicana-, al que la gente adoraba. Los viejitos, los chicos, las mujeres, todos lo adoraban… yo quería ser como él… quería complacer a la gente y que la gente me adorara como adoraban a mi padre».