María del Mar Bonet: «Yo no he querido ser nunca una cantante reivindicativa»

-La obra de Roselló ha estado presente en toda su carrera. ¿Qué le une a este poeta? ¿Es difícil versionar la lírica?

Yo creo que estos poemas me eligieron a mí. Ellos mismos te dicen que tienen música. Todo se puede llevar a la música, hasta la prosa. La cuestión es encontrar el ritmo. Yo conocí la obra de Rosselló cuando encontré su libro en casa de un amigo. Sentí tener una conexión con el poeta, que murió a los 24 años con la misma edad que yo tenía entonces. Además, teníamos la misma pasión por Mallorca, su luz, su historia… Esa belleza que a veces duele y tiene Mallorca.

-Usted perteneció al movimiento nova canço y ahora se ha vuelto más intimista, ¿le queda aún algo por reivindicar?

No creo que haya cambiado mucho, ya era intimista en mis canciones de entonces. El hecho de cambiar es el hecho de saber más lo que quieres y de intentar cantar mejor, aunque pasen los años y eso también se paga. Yo no he querido ser nunca una cantante reivindicativa, lo que pasa es que siempre hay que decir algo sobre lo que te afecta a ti mismo y a los demás. Siempre hay algo por lo que protestar. Ahora estamos volviendo a una época con falta de libertades, porque están recortando muchas cosas en nombre de una crisis que no se acaban de creer. Yo creo que hay ciertas cosas que no se pueden recortar y que eso pasará factura cuando pase el tiempo. No pueden dedicarse a prohibir nuestra lengua, a prohibir las libertades de decisión de un pueblo, porque estamos en democracia.

-Usted ha cantado en toda Europa, norte de África y Japón, entre otros lugares ¿Cantar en su lengua ha sido un hándicap en su carrera?

Al revés, lo hubiera sido si hubiera cantado habitualmente en un idioma que no fuera el mío. Porque yo canto con el alma y el alma tiene el idioma de uno. Porque el idioma forma parte del alma de uno y no se puede separar. Siempre he cantado en mi idioma alrededor del mundo, pero también he cantado en gallego, Euskera, castellano… No he hecho mi carrera en otros idiomas pero sí que he participado con otros compañeros y siempre que pueda lo haré porque es muy enriquecedor. Un país normal debería querer a sus diferentes lenguas y considerarlas una riqueza y no una pobreza, un camino para el entendimiento y no de separación.

-¿Cómo ve el panorama de la música actual?

Estamos en un momento muy duro, muchas casas discográficas y de discos están cerrando en toda Europa. Luego está el bajarse la música sin pagar nada, la gente joven está acostumbrada a no comprar discos. Alguien me dijo que su hija no había visto en su vida un vinilo e incluso apenas un cd. Se acaba no vendiendo discos y ahora la única forma de venderlos es en los recitales, que también escasean… Una idea interesante sería grabar las actuaciones y que la gente al salir pudiera llevarse la de esa noche a casa. Pero es un grano de arena de tantas ideas que deben surgir con el tiempo para llegar a un punto interesante para todos.

-¿Cree que se da suficiente ayuda a los músicos actuales? ¿Qué piensa de las nuevas plataformas televisivas que buscan talentos?

Me parece bien la oportunidad que se les da, pero también me gustaría que nos la dieran a la gente más mayor y que somos profesionales de esto. Porque no existen programas en la televisión que recojan tu obra de manera más extensa, con reportajes. Lo máximo es una pequeña mención en un telediario para decir que has venido a cantar. Aun así se agradece que vengan, pero sería muy bonito tener un espacio televisivo en el que cantar tres o cuatro canciones. Parece que los profesionales de esto no tenemos espacio en las televisiones.

-Con 45 años de carrera musical y con 33 discos en su haber, ¿concibe una vida alejada de la música?

No, claro. Pero también pinto, aunque siempre lo he dejado en un segundo plano. Así que si no cantará pintaría más. Pinto paisajes, pintura figurativa… Es la luz la que me dice qué es lo que tengo que pintar. Si un tiesto o una piedra tiene luces y sombras interesantes, me apetece pintarlo.

-Tiene suerte, su trabajo ha sido premiado en múltiples ocasiones, ¿hay alguno que le hiciera más ilusión?

Agradezco todos, pero tal vez el último Honoris Causa de Mallorca que me dieron en la Universidad de Palma sea el que más alegría me dio por haberlo recibido en mi propia casa. Es uno de los premios más bonitos que te pueden dar. También me dieron el Honoris Causa en Lérida y fue muy emotivo… Y el Bellas Artes en Madrid, con Forges. Todos han sido preciosos momentos.