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ABC Cultural

entrevista

Rozalén: «Hacen falta chutes de energía positiva»

La cantautora de Albacete presenta en el Teatro Lara de Madrid, el 23 de mayo, su disco de debut, «Con derecho a...»

Rozalén: «Hacen falta chutes de energía positiva» p.m.p.

Tiene una de esas voces que parecen hechas para cantar las cuarenta a quien se lo merezca, o, lo que es lo mismo, para decir las cosas claras con sangre caliente. Y es que la voz de Rozalén es como un torrente de agua cristalina , y además bebe en fuentes estilísticas diferentes para enriquecer el manantial.

Con inaudita rapidez se ha colocado como una de las cantautoras más seguidas de este país . Además, no quiere que nadie se pierda ni una sílaba de lo que canta: en los directos suele ir acompañada por Beatriz Romero , que traduce sus palabras al lenguaje de signos.

Porque ella sabe perfectamente lo que representa su trabajo: ha estudiado Psicología y Musicoterapia . El compendio de sus experiencias vitales y conocimientos dieron como resultado su primer disco, «Con derecho a...» , con canciones que derrochan humor, desparpajo y lucidez. el próximo jueves lo presenta en el Teatro Lara de Madrid

-¿«Con derecho a....» qué?

-Pusimos ese título para dar juego con mi nombre, por eso del derecho a roce, a Rozalén, y a que cada uno termine la frase como quiera. También porque el disco y mi manera de cantar toca varios palos, y lo primero que me decían era que me tenía que definir por un estilo, «no puedes cantar copla y también reggae». Así que es como una vacilada, «con derecho a cantar lo quiera».

-En el la carpeta del disco destaca un apartado enorme dedicado a agradecimientos. Por lo que se ve, eres una persona muy agradecida.

-Encima me falta gente. Al ser el primer disco, tenía muchas ganas de agradecer cosas a mucha gente, y me costó una barbaridad escribir ese texto. En definitiva, lo que escribes o cantas son cosas que te provoca la vida, la vida que has tenido. Las historias que puedo contar es porque me las han inspirado la gente que me rodea, y tenía que agradecerlo.

-De esas personas que te han inspirado, ¿quiénes han sido las más importantes?

-No sé, la primera persona que se me ha venido a la cabeza es el único novio que he tenido, que me ha provocado muchas cosas, pero citaría a mi madre la primera. Es la que me ha cantado desde niña.

-Preguntarte qué te atrajo del mundo de la música, en tu caso, resulta más complejo de lo habitual, ya que has estudiado Musicoterapia.

«Estudiar música desde una perspectiva biológica te da mucho pie a la hora de componer y cantar»

-La música ha formado parte de mi vida, pero sin quererlo. Creo que la música es superesencial en la vida de todos , y en mí siempre ha estado ahí, yo cantaba y tocaba como un hobby , y sabía que me provocaba cosas y que me era supernecesaria, pero nunca pensé en vivir de eso. Pero ya una vez que terminé la carrera de Psicología, me di cuenta de las posibilidades de la música como terapia, al igual que al estudiar técnica vocal, se amplía el abanico una barbaridad, y te das cuenta de lo que tiene de raíz la música, que es brutal. Ya nuestro latido va a un ritmo determinado, y nuestra manera de andar. Cantar ya es sanar, porque es un vibrador natural que tenemos en el cuerpo. Estudiarlo desde otras perspectivas biológicas relacionadas con el cuerpo mola un montón, y además eso te da mucho pie a la hora de componer y cantar.

-¿Eso te hace sentir cierta responsabilidad, al conocer los efectos que puede producir una canción?

-Responsabilidad o conciencia. Eso también mola, saber que si tocas unos acordes mayores vas a provocar alegría, y si tocas menores, tristeza. Jugar con eso es divertido.

-En ese sentido, ¿qué quieres provocar con tus canciones?

-Eso ya es sin querer. Hasta cuando escribo de cosas tristes, acabo dándole buen rollo. «80 veces», que es el single, por ejemplo, habla de un despecho, y la gente dice que la canción le da buen rollo. Como que da igual porque te vas a pirar de una relación y va a venir otra. Creo que lo que provoco con los temas, hasta cuando hablo de cosas tristes, es positivismo.

-Incluso en países que no entienden la letra, supongo.

-Como tengo un toquecín flamenco cantando, eso fuera de España triunfa siempre. Cada vez que he salido al extranjero ha ido mucho mejor que aquí. Llama la atención un montón, lo he notado en los países de europa que he estado, y de América Latina me escriben una barbaridad.

-Tienes pensado ir para allá.

-Sí, es mi sueño ahora. Ir poniendo metas poco a poco, y lo que más ilusión me haría sería ir a Argentina, México, Colombia.... Al principio, en plan mochilera, y pasar por los círculos de cantautores, de bares pequeñitos.

-Volviendo a tu biografía, ¿cuándo te diste cuenta de que podías dedicarte por entero a esto?

«Ahora, tener una carrera es incluso negativo»

-Antes de terminar la carrera ya había ganado varios concursos de canción de autor. Hubo como varios detalles que me dijeron que a lo mejor estaban resaltando entre bastante gente, y ¿por qué no? Pero al acabar los estudios estaba un poco perdida, porque ahora, si tienes una carrera es incluso negativo. Como estaba perdida tuve la excusa para irme a Madrid, que es el sitio al que tienes que ir si quieres intentarlo dentro de la música. Y mi ilusión por aquel entonces era que me dieran una fecha en Libertad 8 . Una vez vine aquí, lo fui intentando y vi que en realidad la cosa iba rápida en relación con el proceso que suele tener, y veía que la gente reaccionaba, y que cada vez venía más público a verme. Decidí hacer el disco, y me lo financié yo. Fue un camino que se trazaba solo, sin ser yo muy conciente. Pero el momento de decidir que me tenía que dedicar a esto fue ya en Madrid, cuando a los pocos conciertos veía que estaba la sala llena.

-¿Cómo es tu directo, con la peculiaridad de ir traduciendo las palabras al lenguaje de signos?

-Tanto Bea (la traductora) como yo somos muy expresivas, y yo, además, como introducción a las canciones cuento historias de mi día a día, que son cómicas, y, bueno, a la gente le hace gracia. Y luego está el punto de humor que ponemos, Bea y yo interaccionamos dentro de la lengua de signos, metemos cositas así a la vez, o eso con ese punto de humor. Sobre todo se trata de contar historias desde un punto de vista positivo.

-Que hoy en día hace falta, especialmente.

-Sí, creo que también funciona por eso. Cuando la gente oye hablar de cantautores lo primero que piensa en en «cortavenas». Entonces, cuando salen del concierto con buen rollo, lo agradecen. Hacen falta chutes de energía positiva.

Rozalén: «Hacen falta chutes de energía positiva»

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