Marisa Monte: «Nunca tenemos tiempo para madurar nuestros sentimientos»

Para llevar a buen término el disco se ha rodeado de estupendos colaboradores como Carlinhos Brown y Arnaldo Antunes , con los que formara aquella banda que hizo historia, Tribalistas. Tras siete años de ausencia, regresa a España para ofrecer dos conciertos: uno en Barcelona (Gran Teatre del Liceu, 30 de abril) y Madrid (Palacio Municipal de Congresos, 2 de mayo).

−¿De qué nos hablan las canciones de este álbum?

−Fundamentalmente, hablan del silencio, del silencio necesario para escuchar las necesidades de nuestras almas. El silencio es un concepto muy musical, incluso aunque en ese sentido implica el vacío, es el vacío que necesitamos para sentir algo. En este mundo contemporáneo en el que vivimos hay demasiada información, mucho ruido, y es muy difícil escuchar nuestras voces interiores, y estamos perdiendo el contacto con nuestro propio discurso. Siempre vamos con prisa, nunca tenemos tiempo para madurar nuestros sentimientos y la gente sufre mucho por eso. Todo esto se contagia al exterior, a nuestro entorno. Si tú eres feliz lo puedes contagiar a la gente que está a tu alrededor. Así que se trata de un reto espiritual de cada individuo conseguir encontrar esa verdad interior inmersos en un momento tan ruidoso. Y de esto hablan mis canciones, del momento en el que vivimos y la intuición, sobre poner atención a lo realmente importante.

−¿Todo esto surge por alguna experiencia personal?

−Cuando vi todas las canciones juntas pude identificar lo que tenían en común, y era el momento que estaba viviendo cuando compuse la mayoría de ellas: tuve a mi segundo hijo y pasaba más tiempo en casa… La maternidad me dio la excusa para tomarme mi tiempo. Todas ellas hablan de la necesidad de tiempo y silencio y de respetar nuestras almas.

−En el disco hay muchos colaboradores, y para su grabación y producción ha viajado por varias ciudades. ¿Cómo logra dar una unidad al resultado?

−Creo que la que le da unidad al resultado soy yo. No me da miedo trabajar con distintos músicos, diferentes instrumentos y que no resulte unitario porque asumo las canciones todo el tiempo, son parte de mi existencia, de mis relaciones… Son parte de mi misma. Al final lo importante es que sea algo honesto, que tenga sentido. Nadie está ahí de manera gratuita, son gente a la que quiero y me quieren.

−Hay canciones escritas con Arnaldo Antunes y Carlinhos Brown... ¿resucitará el proyecto Tribalistas?

−Nunca nos hemos ido. Con Tribalistas grabamos un grupo de canciones que escribimos juntos en ese momento como un colectivo, pero después de aquello hicimos como cuarenta canciones juntos. Vamos, que seguimos creando juntos. Estuvieron ayer aquí en casa, somos muy amigos. Hemos reforzado nuestros lazos y nuestra amistad gracias a la bella historia que tenemos en común, y es muy agradable poder seguir trabajando con ellos. No puedo imaginarme mi repertorio sin ellos. Además, mantenemos nuestras creaciones muy vivas. Parece que la gente necesita vernos a los tres juntos en nuevo disco y es la única manera en la que creen que estamos unidos, pero siempre lo estamos. Es raro, porque nosotros no tenemos la sensación de tener que estar más unidos.

−El álbum se publicó en 2011. ¿Qué tal evolucionan estas canciones, sobre todo en directo?

-Después de cantar mucho en directo se aprenden diferentes maneras de cantar y también, y sabiendo que tienes un público ahí al que estás hablando y cantando en vivo, afecta mucho tu manera de articular las canciones, la letra y todo… Así que sí, pienso que después de cantar estas canciones durante un año en vivo son un poco diferentes, puedo sentirlo.

−Ha ganado multitud de premios y ha vendido muchos discos a lo largo de su carrera. ¿Qué le hace más feliz de la música?

−El hecho de tener la música en mi vida es lo que me hace feliz. La música es un atajo hacia la intuición. Es lo que me da la oportunidad de estar en contacto con una frecuencia superior de existencia y de una manera muy fácil: escuchando o tocando música. Es un espacio para otra realidad. Y eso es muy bueno. Es muy bueno tener algo que nos permita escapar un poco de las demandas del día a día. Es mi ilusión.

−¿Cómo serán los conciertos en España?

−Es un show que no tiene únicamente la parte musical, además hay una puesta en escena basada en el arte contemporáneo brasileño, con proyecciones que muestran el trabajo de varios artistas, la mayoría de mi generación, algunos un poco más jóvenes, otros más mayores… Todos en activo ahora mismo. Se puede decir que es una exposición itinerante con una producción de música contemporánea. Una oportunidad de entrar en contacto con la poesía, los problemas y los asuntos con los que se enfrentan los brasileños.