Euforia solidaria en Madrid

La fiesta del pop patrio arrancó con el grupo canario Efecto Pasillo y su gran éxito «Pan y mantequilla». Pese a que ya disponen de un nuevo single titulado «No importa que llueva», muy concordante con la realidad meteorológica que se vivía fuera del pabellón, la banda revelación del pasado año no defraudó a sus seguidores poniéndole ritmo a la ceremonia desde el primer minuto. Después, turno para otros recién llegados a la cima musical como Chila Lynn, Vanesa Martín o Guevara, que sorprendió a todos con un directo sublime de «Clara», uno de los temas que forman parte de su prometedor primer disco. «Estoy temblando. Para mí es muy fuerte estar en este escenario junto a grandes artistas. ¡Yo que no soy nadie!», señalaba antes de encandilar a todo el público con su voz dulce y el mensaje optimista de la canción.

Posteriormente, Macaco insufló a la noche algo de «Moving», y el andaluz Manuel Carrasco enamoraba de nuevo a todos con algunas de las melodías románticas que trufan su discografía. La velada alcanzó mayor temperatura con Álex Ubago recordando algunos de sus clásicos temas y, especialmente, con la solista Malú , recibida con uno de los aplausos más sonoros de la noche. Sin aparente gran esfuerzo, la madrileña no sólo ofreció el mejor directo de la noche sino que además se mostró muy cercana a un público totalmente entregado gracias a canciones tan conocidas de su carrera como «Ahora tú», «Vuelvo a verte» o «Toda».

Aunque, sin duda alguna, el Palacio de los Deportes se vino abajo con la actuación de Pablo Alborán, la gran figura actual de la música española. Con un semi-acústico espectacular, el malagueño volvió a demostrar su capacidad innata para emocionar a todo el mundo con una voz envolvente y unos temas que para él no son «ni tan románticos ni tan cursis», pero que, a tenor del griterío de las adolescentes que inundaban las gradas del pabellón, son una garantía de éxito.

El decano Miguel Bosé y Melendi fueron los encargados de cerrar este espectacular concierto. Sin embargo, la gran fiesta del pop español también dejó un hueco para la gran reina actual de Europa. La sueca Loreen, ganadora de la última edición del festival de Eurovisión , puso en pie al público interpretando una vez más la canción que le ha llevado a ser número uno en más de veinte países en el viejo continente. Enérgica y con ese aura espiritual que siempre le acompaña sobre el escenario, Loreen quiso también aportar su grano de arena a la euforia solidaria que anoche inundó Madrid.