Ute Lemper: «Hoy día es terrible ser alemana»

Bajo la batuta de Lawrence Foster interpretará «Los siete pecados capitales», con música de Kurt Weill y textos de Bertolt Brecht, en la que sería su última colaboración con el compositor que se exilió a Estados Unidos.

«Es una obra de transición entre el pasado y el futuro y en la que se aprecia cierta melancolía. En muy delicada, aunque sea de Brecht y refleje las tentaciones a las que se enfrenta una sociedad materialista. Musicalmente es una de mis obras favoritas de Weill pues está escrita para gran orquesta y los movimientos de las cuerdas son fantásticos», confiesa la cantante y actriz que se ha convertido en la embajadora de la música de Weill en las últimas dos décadas.

En cuanto a las letras de esta obra, calificada como un «ballet cantado» y cuya historia se desdobla en una soprano y una bailarina (fue estrenado por la esposa del compositor y la del empresario que encargó la partitura), se trata de «una sátira política sobre Estados Unidos y el sistema capitalista», indica. Un tema recurrente en la obra del escritor («Ascenso y caída de la ciudad de Mahagony»).

«Brecht fue un profeta y vio un futuro dominado por el materialismo»«Aunque hoy esto es mucho más extremo Brecht ya entonces fue un profeta y vio con claridad un futuro dominado por una estructura capitalista en la que el dinero es Dios y su único credo la explotación». Un materialismo que sigue dominando el mundo, en su opinión: «Hoy la gente prefiere tener cuatro coches antes que cuatro hijos porque eso supone menos inversión y menos compromiso», indica Lemper, madre de familia numerosa, algo que miran con curiosidad y recelo desde su país, Alemania.

Nacida en Munster, en el seno de una familia católica, desde hace años reside en Nueva York, un paraíso para ella, «donde hay mucha más calidad de vida, diversidad. Es muy internacional, abierto de mente y liberal con otras culturas. No me siento muy alemana -confiesa-. Es un país estricto, muy materialista».

Reconoce, sin embargo, que echa de menos algunas cosas como «la cultura de Europa, intelectualmente más profunda que Estados Unidos. Me encantaría tener un apartamento en Barcelona. También me gusta Berlín, pero el problema es que está en Alemania», bromea.

Ante la situación actual, reconoce que como alemana se siente incómoda al visitar algunos países. «Hoy día es terrible ser alemana. Estuve en Grecia hace seis meses y me sentí terriblemente culpable pues responsabiliza a Alemania de su crisis».

«Estamos viviendo un progreso inhumano, obsesionado con el poder»Lemper se muestra muy crítica con la Unión Europea y los efectos que esta ha provocado sobre los países que pertenecen a ella. «Antes del euro cada uno tenía su moneda, diferentes visiones de las cosas. Con la UE el materialismo ha sido inyectado en la vida de la gente, manipulando su forma de pensar. El materialismo global está relacionado con el progreso, un progreso para mí inhumano, obsesionado por el poder, el control, vender cada vez más. Ésa es la misma idea de progreso que Hitler desarrolló en los años 30, y que le convirtió en un dios. Si cada uno tenía un trabajo, esto le permitiría tener más. Esto es lo que colapsa el sistema». ¿La solución? «No la tiene Merkel, ni el Rey de España, no sé quien la tiene...».

Lemper, que acaba de grabar un disco con once poemas de amor de Pablo Neruda, espera poder presentarlo el próximo año «en una gran gira». «La música es muy bella y atemporal», adelanta. En cuanto al idioma, en el que ya profundizó en su disco sobre Piazzola, asegura que «es más fácil cantar en español que hablarlo», bromea