Zenet vuelve a los escenarios con «La menor explicación», su nuevo disco

Con una refinada y sutil mezcla de blues, tango y canción española, que descansa sobre la alfombra rítmica del jazz , este malagueño se ha convertido en un referente en nuestro país tras recibir el Premio de la música al mejor Artista Revelación en 2008 con su álbum de debut «Los mares de China» y en 2010 del premio al mejor disco de Fusión con su «Todas las calles» .

-¿Qué van a encontrar nuevo tus seguidores en tu tercer trabajo?

-El que espere un cambio no lo va a encontrar, hemos seguido en la misma línea ahondando en armonías con las que habíamos coqueteado pero que nos quedamos con ganas de profundizar, como los sonidos de Nueva Orleans.

-Por ejemplo...

-Hay dos temas que suenan muy franceses gracias a las colaboraciones que hemos hecho entre otros con Olé Swing. En la armonía hemos estado trasteando Taboada y yo e incluso hemos encontrado hermanamiento con el chotis, eso sí, reinterpretándolo y llevándolo a nuestro terreno

-Tus dos discos anteriores te trajeron reconocimiento y premios, ¿qué esperas ahora?

-No hago música por ese tipo de reconocimientos. Sólo quiero que la gente se emocione como nos hemos emocionado al componerlo. Si al componer no nos toca la fibra no sacamos adelante la canción. En el proceso de composición hay veces que llegamos a un punto en el que vemos que no vamos a ningún sitio y volvemos atrás para tomar otro camino. Siempre decimos que 'si el traje no le queda bien a la niña hay que empezar de cero'

-Cuidas mucho tu estética tanto fuera como dentro del escenario, ¿crees que lo que un cantante proyecta con su imagen es casi tan importante como la voz?

-No, yo lo hago por admiración a esa época y a esa vestimenta. En mi vida he tenido fases; fui punky, hippie, pero a partir de cierto momento recupero la estética esta. No son cosas mía, las modas son cíclicas y todo vuelve.

- Y qué te parece que te encasillen como «crooner»

-Es precisamente por la estética, el look, y la puesta en escena. El jazz está presente en nuestro trabajo. Revisamos los géneros pero todo descansa sobre la alfombra común que son los arreglos de jazz sobre los que trabajamos. Por otra parte creo que no encajo en la definición de crooner, porque no tengo la voz grave ni adapto temas de otros, lo único que encaja en esa definición es que canto delante de una banda.

-¿Qué te parece que salgan ahora cantantes de debajo de las piedras, como en el programa La Voz?

- Sin entrar en el debate de 'telebasura sí o no' me sorprende ver la cantidad de gente que canta bien en nuestro país. Hay días que he zapeado y he visto que hay gente que canta de maravilla y me he admirado. Lo que habría que mirar es lo que hay después, cómo es absorbido ese cantante por la industria. Creo que la industria de la música debería de renovarse, mirar las calles, hacer cosas necesarias como bajar el precio de los discos. Siguen trabajando con formulas de los años 80.

-¿Y qué te parece como contraposición a La Voz la escena independiente que aflora en nuestro país?

Me parece fantástico no sólo en el mundo de la música, sino en el cine también. Gente autoproducida que consigue sacar adelante su propio corto en casa y consigue premios y luego distribuyen sus largos me parece fantástico. Además conozco bien lo que hacen porque vengo de ese mundo y he llegado a colaborar en varios cortos para apoyar estos proyectos. Coppola dijo que 'con una cámara se globalizaría el cine' y así está pasando.

-¿Cómo te definirías musicalmente para alguien que no conoce a «Zenet»?

-Es difícil autodefinirse. Lo que hacemos en este proyecto es una revisión de géneros antiguos actualizada. Es más fácil que alguien que te admira haga una definición tuya. Pero podríamos decir que 'revisión de algunos géneros antiguos pasando por nuestro filtro personal'.

-He leído alguna crítica en la que te llegan a llamar un 'alquimista' de la canción, ¿lo sientes así realmente?

-En cierto modo sí, de alguna manera utilizamos una serie de elementos que metemos en una probeta, los removemos, y lo que sale, nos gusta y nos emociona nos lo quedamos.

-¿Qué esperas con este «La menor explicación» tras los premios en los anteriores trabajos?

-Los premios ratifican el esfuerzo, pero me alegro más por la gente que ha confiado en nosotros –la compañía, la editorial– que por mí. Nuestra discográfica es muy pequeña, estamos fuera del mainstream, y cuesta más hacer las cosas. Nosotros llegamos al público por el boca a boca, no porque nos saquen un millón de discos al mercado ni por salir en un dominical en portada.

-Y esos premios os ayudan claro...

Sí, y sobre todo a nuestra compañía. No cambiaría lo de trabajar en un sitio así por nada. Lo bueno de una discográfica pequeña es que hacemos lo que nos da la gana, además estamos cerca de todo, desde la maquetación hasta la distribución.

-En una entrevista hace un año para ABC.es dijiste que « en la negociación de la ley Sinde eché en falta a las operadoras de telefonía », ¿qué crees que ha cambiado en este tiempo?

No se qué ha cambiado, porque esto es un hueso duro de roer. Ni las multinacionales ni las leyes se han adaptado. Queda mucho por hacer. Las telefónicas son una puerta importante para que la gente tenga acceso libre a la música pero sin robar. No es todo gratis, creo que se debería regular pero sin prohibir.

-Tu trabajaste con Sinde componiéndo una canción para la banda sonora de una de sus películas con la que Zenet fue nominado al Goya, ¿cómo viviste los ataques?

Le atacaron por la complejidad de la Ley, porque una ley no es igual para todos ya que tiene un montón de posibles y hay que poner de acuerdo a muchas partes. En este tema hay huesos muy duros de roer; las telefónicas, los cibernautas, los portales, y cada uno tiene su razón. Hay que reunirlos y ponerlos de acuerdo, aunque sea difícil.

-¿Crees que el IVA al 21% hace más daño a la cultura que la piratería?

-Hace mucho daño. Debería haber IVA progresivo como en Europa. Si metes 200 butacas pues que te cobren un dos por ciento, si metes 500 un cinco y si metes 2.000 pues un 21 o lo que sea. Eso hace que la persona que se arriesgue, si pincha y solo mete 200, pueda obtener algo de beneficio y no arruinarse para poder volver a intentar llenar otro teatro. En mi caso por ejemplo, si no lleno, a quién se lo cargo, a los músicos, a los que no tienen trabajo y pagan entradas... A mi me hace polvo

-¿Cómo son los conciertos de Zenet?

Los conciertos son muy divertidos. Un tema de tres minutos se puede alargar a ocho porque utilizamos la forma de jazz y abrimos los solos dando mucha importancia a la banda.

-En Zenet hay tres personas claves, la voz y la presencia de Toni Zenet, la guitarra de José Taboada y los versos del poeta Javier Laguna, ¿qué importancia tienen los dos últimos en Zenet?

Toda. No estaría aquí si no. Es una suma de cosas. Parece como que lo que le falta a uno lo tiene otro. Si yo hubiera tocado la guitarra me hubiera gustado ser como tabo –José Taboada–. Y tabo si hubiera hecho letras hubiera dicho 'ojalá las hiciera como Javier Laguna'. Entre los tres componemos una sola persona.