Muere la reina de la novela histórica Hilary Mantel
Conocida sobre todo por su trilogía histórica 'Wolf Hall', traducida a más de cuarenta idiomas, la escritora británica ha fallecido a los 70 años
'Every Day is Mother’s Day' (Todos los días es el día de la madre) es uno de esos libros que marcan la vida de quienes lo escriben. Este, de Hilary Mantel, fue con el que debutó en la década los 80 y ... que le abrió las puertas a una carrera imparable, llena de premios, que se ha cerrado este viernes con su fallecimiento a los 70 años, «de forma repentina, pero en paz». Así lo detallaron en un comunicado los editores de HarperCollins, quienes anunciaron que «con gran tristeza» que «la Dama Hilary Mantel murió de manera repentina, pero en paz, rodeada de familiares cercanos y amigos».
«Hilary Mantel fue una de las más grandes novelistas inglesas de este siglo y sus queridas obras se consideran clásicos modernos. La echaremos mucho de menos», continúa el texto, que pone palabras a lo que sin duda muchos de sus lectores piensan y sienten en estos momentos sobre una mujer a la que la esclerosis múltiple que sufría nunca le impidió seguir escribiendo.
Aunque conocida sobre todo por su trilogía histórica 'Wolf Hall' ('En la corte del lobo', en español), traducida a más de cuarenta idiomas, y cuyo protagonista es Thomas Cromwell, primer conde de Essex, y la historia de su ascenso en la corte del Enrique VIII, escribió casi dos decenas de obras. Algunas la coronaron como la reina absoluta de la novela histórica en el Reino Unido, pero la no ficción también tiene un sitio importante en su carrera. 'Learning to Talk', uno de sus libros más sentidos, rompe con los Tudor y las crónicas palaciegas para tocar las heridas de su infancia, que nunca sanaron por completo. Es un diálogo con la niña que fue.
«No describiría estas historias como autobiográficas, sino más bien como autoscópicas. Desde una perspectiva lejana y elevada, mi escritura mira hacia abajo a un cuerpo reducido a un caparazón, esperando ser desarrollado por frases. Sus contornos se aproximan a los míos, pero hay una penumbra para la negociación… el territorio pantanoso que se encuentra entre la historia y el mito: he estado flotando allí desde entonces», aseguró alguna vez.
Visión única del mundo
Además, llenó con su pensamiento artículos de opinión sobre temas variados a lo largo de las décadas y quienes la conocieron solo tienen palabras de reconocimiento no solo por haber sido una prolífica escritora, sino además una mujer con una personalidad muy particular que conquistaba a quienes la conocían. «Hilary tenía una visión única del mundo», opinó tras su conocer la noticia de su muerte Nicholas Pearson, quien fuera uno de sus editores y además exdirector de publicaciones de 4th Estate. «Reveló cómo funciona» el mundo «tanto en sus novelas históricas como contemporáneas: cada libro es un tejido inolvidable de oraciones luminosas, personajes inolvidables y una visión notable».
«Como persona, Hilary era amable, generosa y amorosa, y siempre fue una gran defensora de otros escritores. Fue un placer trabajar con ella», apuntó el editor, que comentó que el mes pasado estuvieron sentados juntos «en una tarde soleada en Devon, mientras hablaba emocionada sobre la nueva novela en la que se había embarcado». «Que no tengamos el placer de escuchar más de sus palabras es insoportable».
Aura de extraterrestre
Ganadora dos veces del premio Booker, el galardón literario más prestigioso en el mundo anglófono, entre otros reconocimientos, nació en Glossop, Derbyshire, el 6 de julio de 1952. Estudió derecho en la London School of Economics y en la Universidad de Sheffield, y fue trabajadora social en un hospital geriátrico. Con su marido, el geólogo Gerald McEwan, se casó en 1972. Se divorciaron a los nueve años, pero en 1982 se dieron una segunda oportunidad en el altar, y no volvieron a separarse. Juntos vivieron en Botswana y Arabia Saudí, experiencias que la marcaron positivamente.
«Su ingenio, audacia estilística, ambición creativa y fenomenal visión histórica la distinguen como una de las más grandes novelistas de nuestro tiempo», declaró este viernes Ben Hamilton, agente de Mantel a lo largo de su carrera. «Siempre hubo un ligero aura de extraterrestre en torno a ella, ya que veía y sentía cosas que nosotros, los mortales comunes, no percibíamos» y además, «cuando percibía la necesidad de una confrontación, se lanzaba a la batalla sin miedo».
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Cuando el 'Financial Times' le preguntó a principios de este mes si creía en la otra vida, Mantel dijo que sí, pero que no podía imaginar cómo sería. «Sin embargo, el universo no está limitado por lo que puedo imaginar».
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