Obituario
Muere Edward Cooper, impulsor de la castellología en España
Estudioso de los castillos españoles desde los años sesenta, contribuyó decisivamente a sentar las bases de una disciplina hasta entonces mayoritariamente en manos de historiadores no profesionales
Edward Cooper: «Sería un error restaurar cada castillo; hay que enseñar a la gente a interpretar las ruinas»
Santiago Palacios
El pasado 13 de agosto moría en Londres el historiador británico Edward Cooper, que había nacido en Wimbledon en 1941, en pleno 'blitz' alemán durante Segunda Guerra Mundial.
Estudió en Cambridge y, entre 1964 y 1967, fue becado para realizar una tesis doctoral ... sobre la fortificación señorial castellana, cuyo director fue John Elliott. Gastó buena parte de esa ayuda en un Land Rover, con el que se puso a recorrer España estudiando y fotografiando centenares de castillos, algunos de los cuales fueron captados por su cámara en la antesala de su ruina. Siempre en blanco y negro, preocupado por adoptar una mirada original, y buscando que esas imágenes fueran documentos significativos en sí mismos, su archivo fotográfico es ya un recurso valiosísimo para la reconstrucción de nuestro patrimonio arquitectónico.
Con el mismo celo que recorrió España a través de sus fortificaciones, se encerró en numerosos archivos buscando entre sus legajos referencias a los promotores de aquellas obras. Era frecuente encontrarlo en Simancas y, gracias a esa labor, reconstruyó con exhaustividad linajes nobiliarios y completó el conocimiento de unos edificios, a los que dotó del contexto histórico en el que operaron como símbolos de poder.
El resultado de aquella oceánica investigación se plasmó en su obra 'Castillos Señoriales en la Corona de Castilla'. Pero el sedimento académico dejado por Edward Cooper no solamente fue este libro y otros que vinieron después. Su magisterio en el campo de la historia y la castellología fue crucial por el desarrollo de una metodología propia, original y complementaria al actual desarrollo de la arqueología medieval.
Trayectoria académica
Fue profesor en la London Metropolitan University y correspondiente de la Real Academia de Alfonso X El Sabio. No obstante, nunca llegó a instalarse en, según su propia definición, algún acolchado departamento universitario del hispanismo. Edward Cooper fue, en todo caso, un hispanista original, cuya ironía, tan británica, expresaba en un castellano florido, deudor del que solía leer en los documentos medievales. Consumado tenista, amante de la buena mesa y un erudito de la música clásica, Edward era, además, una persona generosa y carismática.
Reducir la biografía de una persona a una mera acumulación de anécdotas sería tan injusto para su trayectoria vital, como impreciso para el recuerdo afectivo que dejó. Sin embargo, quien llegó a conocer a Edward Cooper, que, verbigracia, diseñó la cocina de su casa en Wembley como si fuera un cuadro de Mondrian, y quien cultivó un personal estilismo indumentario basado en combinar camisetas de rayas con calcetines a juego, no dejará de recordar alguna historia curiosa vinculada a su persona. Ojalá algún día vea la luz la autobiografía que comenzó a escribir en 2016, tras el fallecimiento de su hermano. A buen seguro, un anecdotario vital tan entretenido como revelador de su dedicación académica a la Historia medieval española durante casi sesenta años.
Profesor de Historial Medial de la Universidad Autónoma de Madrid
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