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ABC Cultural

Muere Carlos Edmundo de Ory, genio secreto e insobornable de nuestra poesía

El poeta gaditano falleció en su casa del pueblecito francés de Thezy-Glimont, a los 87 años de edad

MANUEL DE LA FUENTE

Ochenta y siete años sembrando estrellas, plantando luceros, dándole lustre a la palabra, él que se llamaba limpiabotas del verbo. Gnomo endecasílabo, pero diablillo gigantesco de nuestra poesía, como un duende socarrón, sabio y gruñoncete, sus versos son como la risa de un viejo cascarrabias, ... como las cerezas que de niños nos colgábamos de las orejas, su poesía, la poesía, como él decía, la poesía es como quien oye llover, y sus sílabas, sus poemas, siempre nacían contentos, risueños, cantarines como unas castañuelas de su tierra gaditana, donde Carlos Edmundo de Ory nació el 27 de abril de 1923. Como un pajarillo, ayer se marchó leve y tranquilamente al cielo desde su casa de Thezy-Glimont, un pueblecito al norte de Francia, donde dicen que los gorriones comían en su mano.

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