El 'Movimiento de la toalla' se rebela contra los abusos en las playas de Grecia

Es un fenómeno común en toda Grecia: bares, restaurantes en la costa con licencia para escasos metros cuadrados acaban invadiendo con sombrillas, tumbonas y enormes camas con dosel la totalidad del litoral impidiendo, en muchas ocasiones, el acceso libre a los ciudadanos. Aunque la ley griega es clara al respecto: no existen las playas privadas y los negocios de la costa no deben ocupar más que una pequeña extensión y permitir a los bañistas la entrada libre, la dejadez de las autoridades locales han provocado que, durante años, centenas de bares, chiringuitos y otros establecimientos de ocio en las playas del Egeo, hayan ampliado sus locales sin ningún tipo de control, privatizando los espacios públicos en detrimento de los derechos de los ciudadanos.

Este fenómeno, según comenta a ABC Marta Redruello, española residente en Paros desde hace más de dos décadas y miembro de la plataforma WebParos, ha crecido a un ritmo frenético tras la pandemia del Covid. Ante la pasividad de las autoridades locales, los empresarios han estado llenándose los bolsillos durante años, llegando incluso a cobrar más de 100 euros por el alquiler de una tumbona, según ha explicado un portavoz del movimiento a este diario.

Bajo el nombre 'Salvemos las playas de Paros', un grupo de ciudadanos de esta isla de aguas cristalinas está plantando cara a los empresarios que no cumplen la ley. La plataforma ha organizado multitudinarias concentraciones en Mikrí Santa María, una cala protegida al noreste de Paros, que venía siendo ocupada ilegalmente cada verano por decenas de tumbonas y sombrillas. Redruello recalca que no se trata de un movimiento para pedir la derogación de una ley, «la normativa, desde nuestro punto de vista es correcta y justa, lo que exigimos es su cumplimiento», añade.

Varios miembros de la organización han elaborado un completísimo mapa de la isla donde se puede seguir la evolución de la ocupación de las playas en los últimos años. Para completar la información, además, han añadido los datos obtenidos en la plataforma Transparencia del Ministerio de Transición Digital de Grecia, relativa a los contratos realizados entre la administración central y estas empresas. De este modo, en los mapas han indicado los metros que cada negocio deberían ocupar y los que realmente ocupa. Además, han descubierto varios locales que estaban operando sin licencia.

Ante las quejas presentadas por el movimiento ciudadano de Paros, la fiscal del Tribunal Supremo de Grecia ha pedido a las autoridades locales que tomen las medidas pertinentes para que ningún empresario opere de espaldas a la ley.

Todo apunta a que el duro trabajo realizado por los organizadores del movimiento ha empezado a dar frutos: esta misma semana uno de los dos empresarios que tenían invadida la cala Mikrí Santa María, ha retirado sus tumbonas y sombrillas y se han producido las primeras inspecciones y detenciones. Toña Pandeleu ha explicado a ABC que «se trata solo de una victoria pero que aún no han ganado la batalla». La semana que vienen presentarán más propuestas ante el comité municipal y seguirán con las acciones en las playas donde no se respeta la ley.

Esta iniciativa social es imparable en la isla y Pandeleu confirma a este diario que la lucha seguirá para solventar otros problemas derivados del crecimiento turístico descontrolado como son la construcción en zonas protegidas o la gestión de la basura en aras de fomentar «un turismo sostenible que respete la belleza natural y cultural de Paros», explica.