La misteriosa cama de Pompeya que revela cómo los amos controlaban a sus esclavos

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Ángel Gómez Fuentes

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Pompeya no es sólo el espejo de la magnificencia de la que se rodeaban los ricos comerciantes que la habitaban. Las excavaciones y los nuevos calcos de yeso sobre los restos hallados, también arrojan luz acerca de la situación de precariedad y subordinación que vivían quienes hacían posible una vida de confort a los ricos pompeyanos. El nuevo hallazgo es como una fotografía o imagen de hace casi 2.000 años, existente únicamente en Pompeya y sus alrededores, realizada con la técnica de los calcos.

En el siglo XIX, el arqueólogo italiano Giuseppe Fiorelli desarrolló esa técnica del calco: materiales como muebles y telas, así como los cuerpos de las víctimas de la erupción, fueron cubiertos por la nube piroclástica, que luego se convirtió en terreno sólido, mientras la materia orgánica descompuesta dejaba un vacío en el terreno, una huella que, rellenada con yeso, mostraba su forma original.

La nueva habitación, denominada sala 'A', es diferente a la ya conocida como habitación 'C', reconstruida en noviembre de 2021, en la que estaban colocados tres catres que servían a la vez de cajón para guardar diversas cosas.

Lo que se ha descubierto ahora sugiere que había una jerarquía precisa dentro de los esclavos. Mientras que una de las dos camas encontradas en las últimas semanas es de la misma factura a la descubierta en 2021, sumamente sencilla y sin colchón, sin embargo la otra es más confortable y costosa, una «cama con respaldo», en la que aún son visibles restos de decoraciones rojas. En una nueva excavación en la sala 'C', donde se hallaron jarrones y ánforas, se descubrió también la presencia de al menos tres roedores: dos ratones en un ánfora y una rata en una jarra, de la que parecía intentar escapar cuando murió por la erupción. Son detalles que reflejan las condiciones de precariedad e incomodidad higiénica en las que vivía los últimos de la sociedad de la época.

El director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, ha explicado la importancia de los hallazgos en las nuevas excavaciones: «Sabemos que los propietarios utilizaban varios privilegios para los esclavos, incluida la posibilidad de que formaran una familia, aunque sin ninguna protección legal, para atar más estrechamente a algunos esclavos a la villa, también con el objetivo de tenerlos como aliados en la supervisión o vigilancia de los demás».

«Lo que surge aquí –añade Gabriel Zuchtriegel– es la estructura social de la servidumbre, que debía impedir fugas y formas de resistencia, también porque no hay rastros de rejas, candados y grilletes. Parece que el control se hacía principalmente a través de la organización interna de la servidumbre, y no por medio de barreras y limitaciones físicas», explica el director del Parque Arqueológico de Pompeya.

Por su parte, el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, destaca que el descubrimiento nos cuenta momentos notables de la vida cotidiana de la antigüedad: «Lo que se está aprendiendo sobre las condiciones materiales y la organización social de la época abre nuevos horizontes para los estudios históricos y arqueológicos. Pompeya representa algo único que todo el mundo nos envidia».

Las excavaciones en esta villa romana Civita Giuliana han sido muy ricas en sorpresas. Hace dos años, apareció la «carroza de los esposos», con decoraciones en plata y bronce asombrosas por su complejidad y refinamiento, algunas de tema erótico. Cuando fue hallada, aún tenía las huellas de cojines y de dos espigas de trigo dejadas en un asiento. Luego fue restaurada con 150 piezas tras un año de trabajo bajo el microscopio, logrando un vehículo único en el mundo.