Mírala, mírala la Puerta de Alcalá... a través del cómic
Somero repaso del modo en que la famosa puerta monumental ha sido representada en el noveno arte
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Goya. Saturnalia (2022), de Manuel Gutiérrez y Manuel Romero
La madrileña Puerta de Alcalá se ha convertido en uno de los iconos más emblemáticos de la capital de España; y como tal, se integra en el imaginario colectivo de nuestro tiempo. Dado que pocos artes reflejan el imaginario popular con más veracidad ... que el cómic, me dispongo a realizar un divertido (aunque somero) repaso del modo en que la famosa puerta monumental ha sido representada en el noveno arte.
Es obligado arrancar con Antonio Mingote que en la lejana fecha de 1971 publica en ABC un chiste gráfico donde, tras la puerta de Alcalá se alza la Torre Valencia, aún en construcción. Dos personajes sin identificar (con toda probabilidad los funcionarios municipales que autorizaron la construcción de la polémica torre que a juicio de muchos, estropeaba las vistas del centro de la ciudad), comentan: «¡Claro que estropea la perspectiva, hay que quitar esa puerta!».
Y es que el genial humorista gráfico debía tenerle cariño al monumento madrileño, porque no dejo pasar la oportunidad de decorar las lonas que cubrieron a esta puerta monumental durante su restauración en 1992. La que fuera bautizada popularmente como «La otra puerta de Alcalá» se me antoja como un ejemplo temprano y magnífico de lo que hoy los sesudos eruditos llaman «cómic expandido»; es decir, ese tipo de cómic que abandona su soporte tradicional en papel y que se desarrolla en espacios que no son habituales. La prensa de la época da fe de ello, haciéndose eco del importante número de madrileños y visitantes que rodearon el monumento para poder leer al completo esta curiosa historieta.
Otra viñeta que me encanta surge de la mano de Eneko (justo debajo), sin duda, el humorista gráfico más certero y agudo de España a la hora de reflejar el día a día de nuestra realidad social. A él, como a mí, le debió horrorizar el proyecto 'EuroVegas' de Sheldon Aldeson para Alcorcón, por lo que realiza varios dibujos en contra de dicho proyecto. Mi favorito es un chiste gráfico publicado en 20 minutos el 6 de febrero de 2012 que convierte a la Puerta de Alcalá en una máquina tragaperras.
Y es que esta puerta monumental como símbolo ha jugado su papel a lo largo de la historia. En el cómic 'Goya. Saturnalia', de Manuel Romero y Manuel Gutiérrez, nos lo recuerdan (arriba ilustrando la noticia). Los historietistas recrean la puerta con su poderoso grafismo, dándole valor como símbolo de la monarquía y del pueblo de Madrid, e introduciéndola en su cómic mediante un dialogo entre el rey Fernando VII y su pintor de corte Francisco de Goya. El monarca rememora su vuelta a Madrid tras el exilio, y recuerda como el pueblo madrileño le recibe en la Puerta de Alcalá llamándole «el deseado». Después, añade con malicia: «Don Francisco, no estuvo usted ¿verdad? Claro que no estuvo. Ande, siga pintando…». Sin duda, una manera magistral de evocar el conflicto que vive la España del XIX entre el Nuevo y el Antiguo Régimen.
Hay que decir que la puerta ha sido igualmente utilizada para representar ideologías opuestas a las del rey Fernando. Un ejemplo curioso, pero verídico, se encuentra en el cómic de Antonio Hernández Palacios Eloy, Uno entre muchos que está ambientado en la Guerra Civil. Palacios que recurre a las hemerotecas para documentar gráficamente su historieta, muestra la pintoresca decoración que adornó la puerta de Alcalá en 1937; ya que, con motivo del vigésimo aniversario de la Revolución Rusa, la República cubre su vano central con un retrato de Stalin, flanqueado en los dos arcos adyacentes por imágenes de Vyacheslav Molotov y Kliment Vorosilov. El escudo de la Unión Soviética se coloca en la parte alta, ocultando la inscripción real de Carlos III, y como remate, se añade la leyenda de: «Viva la URSS».
Un último acercamiento que me fascina hace referencia a que la Puerta de Alcalá ha sido testigo mudo de todos los madrileños que han hecho vida en torno a ella; y en este sentido, me gusta mucho La mentira por delante de Lorenzo Montatore, una novela gráfica en torno a ese genio literario que fue Francisco Umbral. En una de las historias que incluye el volumen, Montatore dibuja a un joven Paco que acompaña a su admirado Ramón Gómez de la Serna en uno de sus desplazamientos por el centro de Madrid, pasando por delante de la citada puerta. Y yo me pregunto ¿Cuántas veces pasarían por allí nuestros genios de humor gráfico como K- Hito, Mihura, Tono o Migote? ¿Cuántas veces lo hacen hoy día genios de nuestra historieta que residen en la capital como Don Julio, Javier Olivares, David Rubín, Carlos Giménez o el ya citado Eneko? Sin duda, si la Puerta de Alcalá contase todo aquello de lo que ha sido testigo, escucharla sería apasionante…
Como cantaban Ana Belén y Víctor Manuel, 'Mírala mírala, la Puerta de Alcalá...' a través del cómic.