Descolonización con cuchilla

Me calé el sombrero y me levanté el cuello de la gabardina para soportar el viento y la que está cayendo (no me refiero a la política). Necesitaba despejarme. Enseguida sonreí porque pensé en los muchos seguidores del movimiento descolonizador en España, empezando por el ministro Ernest Urtasun, porque ellos suelen ser además propalestinos, va en un pack. Y habrán pensado, seguramente: qué suerte tienen los británicos, siempre van por delante.

Está claro que a la asociación 'Palestine Action' le ha importado una higa que hoy fuera el 8-M. El Día de la Mujer no es un buen día para el asalto al Trinity College, para acuchillar cuadros prosionistas. Es una desconsideración y una falta de solidaridad y de sororidad de las activistas y les activistes propalestinos que llama mucho la atención, porque hoy lo que tocaba es la reivindicación feminista, no la descolonización, igual que el otro día tocaba subir el IVA de la luz y no bajar el de las compras de arte en ARCO. Si mezclamos todo no nos enteramos bien de nada. A este paso, acabarán los museos exponiendo violaciones y las llamarán rapto de Europa o de las Sabinas, como ya denunció alguno, o quizá se mostrarán obras que dan por respaldada la represión judía: David y Goliat, la huida a Egipto, el Prendimiento… Y mucho que aprender de todo esto en el Museo de América, dirán en Cultura.

Si esto sigue empeorando, todas las obras de arte tendrán que vestirse a la ucraniana, con sacos de arena rodeando los pedestales, y los cuadros, metidos en sótanos visitables con linternas. La seguridad total de las obras de arte y los edificios culturales resultará imposible. Salvo que nos lo tomemos en serio, como la amnistía.