A la Biblioteca Nacional se le ha roto la aspiradora

«Madrid ha hecho de aspiradora. Tres instituciones, ayuntamiento, comunidad, que es como nuestra área metropolitana, y ministerio, que lo destina casi todo a Madrid, pues...». Lo dijo Martí hace un par de años, o hace 40 millones de euros de Iceta para la cocapitalidad al Ayuntamiento de Colau. Y falta sumar (no el partido) otros cuarenta millones que le sacaron en las enmiendas a los presupuestos de Cultura. A Iceta. Los independentistas dándole al martí-llo: «Hace falta revertir esto, empezando por casa». Y ahora la casa (con terracita) es también el ministerio. Madrit. Pasa la aspiradora.

El otro día una secretaria me invitó a verla, la terracita. A mí no me busquéis por ahí, que con estos sombreros que gasto se me reconoce fácil. Para Martí era brutal la diferencia entre la pasta destinada al Teatro Real y la que dan al Liceu. Pasta pública, que la iniciativa privada no le convence. Por si acaso, la otra noche, el hombre fuerte del Teatro Real salvó a la vicepresidenta Yolanda de una pregunta de Vito Quiles. Buscadlo en google, tiene su gracia. Y yo me pregunto: ¿sabrá Martí que a la aspiradora de la Biblioteca Nacional se le ha roto el depósito?

Yo os lo cuento, antes de que se enteren los nuevos jefes del Ministerio: la directora quiere jubilarse, pero no puede porque no le nombran sustituto (o sustituta). Y a Urtasun nadie se lo dice porque la jefa de prensa dejó de serlo hace unas semanas. Tampoco hay sustituta. ¿El motivo? Una minucia burocrática, como la que tuvo a los museos nacionales con cierres durante meses. Otro éxito de la gestión de Iceta, que ha pasado en Cultura los dos mejores años y medio de su vida. Jejeje. Sin pasar la aspiradora, no como Martí.

En el PSOE se han sentado a comer palomitas para ver el 'pressing catch' de Sumar con el fascismo. Postureo no es lo mismo que gestión. Cuesta más fajarse con los embrollos burocráticos que con los fantasmas de nuestros abuelos. En la BNE, por cierto, acaban de estrenar una exposición sobre la censura, pero de la buena, de la de verdad, la de la Inquisición. Dicen allí que es un proyecto «muy oportuno» para estos tiempos. Más que por la obscenidad y el rijo, se preocupaban por la estabilidad del chiringuito censor, por eso perseguían a los fascistas, los de entonces, los herejes. Es más viejo que Sumar.