Casa Real
De Marivent al mundo: medio siglo de veraneo real en Mallorca
Situada en Cala Mayor, la Familia Real llegó por primera vez a esta finca el 4 de agosto de 1973
Normalidad institucional, la receta del Rey frente a la inestabilidad política
La Familia Real estrena verano en Mallorca con un atardecer en los jardines de Alfabia
Palma
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Iniciar sesiónHan pasado cincuenta años desde que unos jovencísimos príncipes Don Juan Carlos y Doña Sofía llegaron por primera vez al Palacio de Marivent. Desde el aeropuerto de Son Sant Joan se desplazaron con sus tres hijos hasta la que se convertiría a partir de ... entonces en la residencia donde la Familia Real pasaría todos los veranos.
«Yo era muy pequeño. Tenía cinco años y tengo recuerdos muy bonitos», afirmó Felipe VI el pasado lunes, durante la visita que realizó junto a la Reina Letizia y sus hijas a los Jardines de Alfabia, en la localidad de Buñola.
«El tiempo pasa muy rápido», apuntó el Rey, y añadió que guarda «muchos recuerdos de aquellos inicios»: «Recuerdo también las primera veces que veníamos y nos alojábamos en los apartamentos Victoria, la vela, los amigos…».
El Palacio Marivent, la residencia veraniega de la Familia Real, a lo largo de los años
ABCLa Familia Real ha habitado el palacio en periodo estival desde hace 50 años, un lugar de descanso de sus obligaciones institucionales
Este próximo viernes se cumplirá medio siglo desde aquel 4 de agosto de 1973. Todo ha cambiado desde entonces. España todavía era un Reino sin Rey y la Diputación Provincial de Baleares −por mediación del entonces jefe de la Casa del Príncipe de España, Nicolás Cotoner y Cotoner, marqués de Mondéjar− cedió a Don Juan Carlos y Doña Sofía el uso de Marivent.
Imagen moderna
Dos años después de su «estreno» −en 1975, el último verano que pasaron como príncipes, meses antes de la muerte de Francisco Franco y de la proclamación de Juan Carlos I− esta finca de Cala Mayor les sirvió de escenario para darse a conocer entre los españoles y proyectar una imagen de modernidad y cercanía con imágenes que por entonces no se habían visto nunca, como la primera que difundieron, donde aparecían los príncipes sentados en el suelo con sus tres hijos. Don Juan Carlos en vaqueros y Doña Sofía con pantalones amarillos, a conjunto con los tres infantes. Los cinco aparecían en actitud espontánea y no miraban a la cámara ni sonreían.
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El verano siguiente, en 1976, se convocó a la prensa para que fotógrafos y corresponsales fueran testigos del posado familiar. Se instauró así una tradición en la Familia Real que se repetiría todos los veranos con una imagen de los Reyes Juan Carlos y Sofía junto a las Infantas Elena y Cristina y el Príncipe Felipe. Con el paso de los años se fueron sumando nuevos miembros de la familia, como Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarin; los hijos de las Infantas Elena y Cristina; Doña Letizia y la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
Al mismo tiempo, como ocurre con el Palacio de la Zarzuela, donde se compagina actividad institucional con la vida privada de la Familia Real, Marivent se convertía también en otro escenario de España desde donde la Jefatura del Estado podía cultivar y estrechar lazos con otros países.
Desde Marivent y Mallorca para el mundo. Así ocurrió con las icónicas visitas de Carlos de Inglaterra junto a Diana de Gales y los príncipes Guillermo y Enrique, o la visita de Balduino y Fabiola de los Belgas con Constantino y Ana María de Grecia. Y, para ahondar en las relaciones diplomáticas, también las visitas de Bill y Hillary Clinton; George Bush padre; Mijaíl Gorbachov y su esposa Raisa o la de Michelle Obama en 2010. En 2008 sirvió para escenificar la paz entre Juan Carlos I y Hugo Chávez después de aquel «por qué no te callas».
Fin del posado
En el verano de 2007 se disparó la última imagen de la Familia Real al completo en Marivent. Durante el curso escolar siguiente se anunció el «cese temporal de la convivencia» de la Infanta Elena y Marichalar y Don Juan Carlos y Doña Sofía cancelaron el posado familiar.
Don Felipe y Doña Letizia tomaron el relevo de esta tradición y empezaron a organizar sesiones de fotos junto a sus hijas por distintos puntos de Mallorca, como en el Real Club Náutico de Palma, en Sóller o en la granja de Esporles; hasta que en 2014, ya como Reyes, recuperaron la sesión de fotografías en los jardines de Marivent. Un gesto con el que el nuevo Rey lanzó el mensaje de que su compromiso y el de la Reina Letizia con la isla de Mallorca seguía intacto pese al cambio en la jefatura del Estado. Este vínculo es la mejor campaña de promoción para la isla.
Como él mismo dijo el día de su proclamación, Felipe VI encarna «una Monarquía renovada para un tiempo nuevo», y este modelo también se refleja en los veranos de la Familia Real en Marivent. Si hasta entonces, con la llegada de la democracia, desde el Palacio mallorquín se había proyectado una imagen de modernidad, en la actualidad sirve también para mostrar la Monarquía del siglo XXI: un modelo de jefatura todavía más moderno, pero también más reducido y discreto.
Can Saridakis, el origen de la residencia de verano
Antes de que la familia Real comenzara a disfrutarla, Marivent perteneció al pintor egipcio de origen griego Ioannes Saridakis y su mujer, la escultora francesa Laura Mounier, que compraron el terreno en noviembre de 1922.
Encargaron al arquitecto Guillem Forteza i Pinya la construcción de una casa estilo regionalista con torreón. Llamaron a la finca Marivent (mar y viento en mallorquín), pero era conocida como Can Saridakis porque se convirtió en punto de reunión para la élite cultural internacional.
Cuando el pintor enviudó, siguió viviendo allí con su segunda mujer hasta que murió en 1963. Su viuda Anunciación Marconi, siguiendo los deseos testamentarios de su difunto marido, donó Marivent a la Diputación Provincial de Baleares con una condición: debía destinarse a un museo que estuviera abierto al público y que, excepcionalmente, pudiera servir de residencia para jefes de Estado extranjeros.
El Museo Saridakis abrió hasta 1967, cuando Marconi falleció, y su sucesor renunció a la propiedad −no a los bienes, que los recuperó por una sentencia del Supremo en 1988− mientras fuera utilizada por el jefe del Estado, su sucesor o su heredero como residencia para sus visitas a las islas.
En Marivent hay en la actualidad muebles de Patrimonio Nacional y el Gobierno balear es quien se hace cargo de los gastos de mantenimiento.
Felipe VI personifica además un modelo más abierto al ciudadano: porque los veranos en Mallorca reflejan desde 2014 que Don Felipe ha tenido la sensibilidad de escuchar las voces que pedían abrir el Palacio de Marivent al público. Por eso una de sus primeras decisiones como Rey fue abrir una parte de los jardines. Desde el año pasado, además, él y la Reina, junto a Doña Sofía, reciben a las autoridades baleares y a la sociedad civil en Marivent. La edición de este año se celebrará mañana por la noche.
Cincuenta años después, lo que no ha cambiado en Marivent es la empresa que fabrica el coche del Rey. Si Don Juan Carlos y Doña Sofía llegaron por primera vez al Palacio en un Seat 1400, Don Felipe y Doña Letizia lo hacen ahora en un Cupra gris metalizado.
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