lejos de ítaca
Fenómeno Amor
La primera novela de Amor Towles, «Normas de Cortesía», conquistó a la crítica, pero con la segunda tocó el cielo
Amor Towles, autor de 'Mesa para dos'
Acostumbrada a escribir de los muertos, se me hace muy raro hacerlo de los vivos, y más aún si constituyen toda una novedad cultural. Septiembre, ya sabemos, trae arrastrando el otoño, que siempre nos hace lo mismo: pillarnos desprevenidos vestidos de seda cuando, de un ... nublado para el otro, se desploma el termómetro y ya estamos buscando el percal. El caso es que yo este mes no me quito la seda ni a tiros. Y no es por una razón climática, sino de amor: tengo reservada una «Mesa para dos» y eso exige etiqueta de labios rojos, piel bronceada y seda blanca. Lo de los labios rojos me lo ha solucionado mi admirada Karina Sáinz Borgo al regalarme el mítico labial porque, según sus propias palabras: «toda mujer que ha llorado mucho debe llevar un rouge Chanel en la cartera».
Lo del bronceado, bueno. Se ha hecho lo que se ha podido envuelta en el salitre feliz de las playas del sur. Y en cuanto a la seda blanca, casualmente tenía un vestido así colgado en el armario y sin estrenar. Solo me faltaba el amor, pero como siempre, la literatura ha venido a cumplir mis deseos. Y no es cualquier amor el que me ofrece, pues se trata nada menos que de Amor Towles, el elegante escritor bostoniano que se ha convertido con apenas cuatro publicaciones, en un auténtico fenómeno literario mundial. El expresidente Barack Obama y el magnate Bill Gates cayeron rendidos a los pies de la prosa, de la trama y del estilo de este escritor. Con su primera novela, «Normas de Cortesía», conquistó a la crítica, pero con la segunda tocó el cielo e hizo que muchos desertores de novelas aburridos de las tramas actuales, regresáramos con decimonónica ilusión a leer «Un caballero en Moscú», posicionada durante dos años en la lista de libros más vendidos de The New York Times. Con diálogos afilados como puñales y un ritmo efervescente, ingenioso y elegantísimo, su nuevo libro de seis relatos cortos y una novela, titulado «Mesa para dos», promete felicidad. Comprenderán ustedes que desee acudir de blanco a esta cita otoñal con Amor.