Todo sobre los actores de «Crepúsculo»

Del ascenso meteórico del primero se ocupa Paul Stenning en «Robert Pattinson. Así es su vida» (Libros Cúpula). La semblanza, trufada de fotos («Incluye más de 100» , avisa la portada), demuestra que el británico llegó al mundo de la interpretación por una de esas carambolas de la vida: «Empecé a intervenir en obras de teatro cuando tenía quince o dieciséis años. Simplemente porque mi padre vio a un grupo de chicas guapas en un restaurante. Les preguntó de dónde venían y le contestaron que de un grupo de teatro. Me dijo: “ Hijo , ahí es adonde tienes que ir”. Las chicas mencionaron la Compañía de Teatro de Barnes, y mi padre me dio la lata para que me apuntara». A eso se le llama ojo clínico.

Las páginas de Stenning están plagadas de declaraciones así. Y de sentido del humor. Un ejemplo: «Hasta que cumplí los doce años mis hermanas me vestían de chica y me presentaban como “Claudia”» . Otro ejemplo: «Hablo francés, más o menos. Como lo haría un niño de tres años».

No faltan aquí las contradicciones («No estoy en el trabajo adecuado. No me gusta que me saquen fotos. No me gusta la atención»); tampoco las curiosidades: «Mi elección para el papel de Edward Cullen provocó un rechazo enorme y general . Setenta y cinco mil fans de “Crepúsculo” firmaron una petición en mi contra». Vivir para ver. Seguro que ahora esa legión de seguidores no cambiaría a Robert Pattinson por nadie.

El actor norteamericano que encarna al hombre lobo Jacob Black también cuenta con su propia biografía. Se titula «Taylor Lautner. Así es su vida» (Libros Cúpula) y la firma Amy Carpenter. Al igual que la de Pattinson, encierra, además de fotos –setenta, según la portada–, detalles la mar de jugosos. Porque el chico, desde bien temprano, apuntaba maneras: «En la guardería mordía a todo el mundo. Yo no lo recuerdo, pero mis padres me han contado que mordía a los otros niños».

Estas páginas recogen su pasión por el deporte; en concreto, por el karate ( es cinturón negro y fue seleccionado para el equipo nacional de Estados Unidos). Pero el gusanillo del cine se cruzó en su camino: «Dejé el karate para ser actor, y ahora me alegro mucho de esa elección. El karate y la interpretación son como el agua y el aceite. Tenía que elegir uno de los dos, y elegí la interpretación». Sus fans, seguro, respiran aliviados.

Las de Stenning y Carpenter no son las únicas biografías de los actores de la saga de Stephenie Meyer a disposición del público español. En «Rivales de sangre» (Ediciones B), Martin Howden ofrece una doble semblanza: la cara A, por llamarla de alguna forma, es la de Robert Pattinson («Vampiro vs. hombre lobo»; la cara B corresponde a Taylor Lautner («Hombre lobo vs. vampiro»). Dos libros en uno sobre estos jóvenes actores que seguirán dando que hablar... y que suspirar.

Disfruten con las fotos.