Haruki Murakami y Cormac McCarthy, favoritos al Nobel de Literatura 2010
El japonés y el estadounidense encabezan a esta hora el «top ten» del diario sueco «Expressen», que no suele equivocarse
Haruki Murakami y Cormac McCarthy, favoritos al Nobel de Literatura 2010
El «Expressen» , segundo diario de Escandinavia, que siempre ha acertado con sus quinielas de última hora sobre los designios de la Academia Sueca, nos ha servido esta mañana, en su edición de papel y por la web, una quiniela de última hora con el « ... top ten» del Nobel de Literatura 2010.
Una lista que no intenta calificar al primero como el más probable y al décimo como aquel que tiene menos posibilidades de conseguir el galardón, sino que tiene, únicamente, por objeto avisar de que entre esos diez personajes está el nombre que oiremos hoy en la ochocentista Börsalen de esta capital, cuando Peter Englund, el flamante secretario permanente, abra la famosa puerta de oro y marfil y pronuncie ese nombre tan esperado.
Comprobamos con satisfacción que nuestro actual vecino madrileño, Mario Vargas Llosa, se encuentra entre estos, un autor cuyo nombre está pasando mucho frío en la «Nevera Nobel», pero que «ha sonado» mucho desde hace décadas.
Los diez magníficos
Haruki Murakami
Ko Un
Cormac MacCarthy
Tomas Tranströmer
Amos Oz
Alice Munro
Philip Roth
Nguni wa Thiong'o
Mario Vargas Llosa
Adonis -Ali Ahmad Said
En las editoriales de todo el mundo tienen muy en cuenta esta lista y tanto en Fráncfort como en las oficinas de los grupos editoriales que publican a los autores señalados por el diario sueco se trabajaba a marchas forzadas por ganarle un segundo al azar. Todo el mundo del libro se hace un hervidero, pero el premio debe pillar a los profesionales con los deberes hechos.
El impacto de un premio como el Nobel en la obra de autores como McCarthy, Murakami, Amos Oz o Philip Roth es enorme. Las ventas se multiplican durante semanas y se reimprimen sus obras puesto que alcanzan una popularidad excepcional. Pero la maquinaria debe ponerse a punto para que no existan retrasos en este esfuerzo.
Mientras tanto, en las redacciones de los periódicos la espera es igualmente tensa. El desenlace, a las 13 horas.
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