María Medem, una explosión de color y flamenco para revolucionar el cómic
La ilustradora sevillana reflexiona sobre la soledad y la nostalgia en 'Por culpa de una flor', uno de los cómics del año
'Constelación gráfica': las autoras de cómic de vanguardia hacen historia (e historieta) en el CCCB
Barcelona
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Iniciar sesiónEntre palmas y jaleo, entre vinilos de Lole y Manuel, seguidillas de Perrate y soleás de la Serneta, María Medem (Sevilla, 1994) se ha inventado todo un mundo y ha conseguido encerrarlo en unas cuantas páginas. O, mejor dicho, en unas muchas, porque lo ... que iba a ser una historia corta, más corta incluso que su primer cómic, el aplaudido y laureado 'Cénit', se ha convertido en un festín de colores ácidos, viñetas saturadas y ensalmo visual. Más de 300 páginas de detalles minúsculos, parajes desolados y atardeceres explosivos que han convertido 'Por culpa de una flor' (Apa Apa-Blackie Books) en uno de los acontecimientos de la temporada. El cómic del año, por más que aún estemos en marzo.
Un desenlace inesperado para un proyecto que, explica Medem, nació a partir de un hilo suelto de un encargo para ilustrar un artículo sobre el último superviviente de una tribu del Amazonas. «Estaba solo y era el único que quedaba de su cultura, así que ponerme en su piel, empatizar con su día a día, me hizo querer desarrollar más la historia», recuerda. En 'Por culpa de una flor', sin embargo, la soledad es otra: la de una joven que vive aislada en un pueblo en ruinas y cuida de una flor que reacciona a sus emociones y sentimientos.
«Quería hablar de la nostalgia y de cómo superarla», explica Medem. Tradición y vanguardia, folclore y experimentación, al servicio de temas universales como la soledad, la memoria y la vida en comunidad. «Lo que le pasa a la protagonista es que está atrapada en sus recuerdos y es incapaz de vivir en el presente», apunta. En las viñetas, paisajes rurales, horizontes infinitos y fuentes desérticas que, pese a no explicitar localización, remiten a los paisajes de infancia de la propia autora. «A la gente que es de Andalucía les resultan familiares, ya que para poder describir bien los paisajes lo que más me sirve es remitirme a los recuerdos de lo que he vivido. Recuerdos, paisajes, olores...».
—¿Y cómo se dibuja un olor?
—Ya, eso lo he intentado mucho. Los olores, los sonidos, la temperatura del aire. Todo eso lo he intentado plasmar un poco. Por eso es tan largo. Porque he intentado que la atmósfera se explique bien. Así que todo el rato era: «Venga, un par de paginitas más».
'Por culpa de una flor', queda claro, huele a Andalucía, a folclore revitalizado («si ciertas expresiones del folclore se mantienen a día de hoy es que en realidad son modernas», defiende), y suena a flamenco por los cuatro costados. Tanto es así que, además de deslizar versos de 'Fui piedra y perdí mi centro' y reproducir letras flamencas en forma de dibujo, Medem recrea, plano a plano, los movimientos de la mano durante una soleá. «La música es una seña de identidad de los lugares. El flamenco siempre me ha influenciado. Me transmite unas sensaciones que son las que yo aspiro a transmitir», explica.
Firma habitual de 'The New York Times', 'The Guardian', 'Liberation' o 'The New Yorker', María Medem es hoy una ilustradora de prestigio internacional que lo mismo diseña la portada del último disco de Bombay Bicycle Club que se encarga del videoclip de 'Visions Of Self' de Rival Consoles, pero para conseguirlo ha tenido que desaprender primero parte de lo aprendido en la Facultad de Bellas Artes. «Es que es muy clásica. Y mira que Sevilla ha tenido muchas cosas rompedoras y 'underground', con Nazario, Smash, Lole y Manuel… Pero la Facultad de Bellas Artes siempre ha seguido a lo suyo. Y se enorgullece de eso», explica.
De ahí, añade, que tardase lo suyo en atreverse con el cómic y los fanzines. «Cuando estudias ilustración, esto es lo que dicen que no tienes que hacer -cuenta señalando 'Por culpa de una flor'-. Tenía un profesor de dibujo, por ejemplo, que siempre me decía que se me había olvidado la máquina de proporcionar. Luego, los colores, también mal. Nunca estaba satisfecha».
Del fanzine al museo
Tuvieron que llegar Andrés Magán y Ana Galvañ, autora con la que comparte protagonismo en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) en la exposición 'Constelación gráfica', para convencerse de que quizá lo de la ilustración se le daba mejor de lo que realmente pensaba. «Conocer lo que hacían me ayudó a ver que quizá no hacía falta dibujar como yo creía que había que hacerlo, como me habían enseñado siempre», asegura. Antes de eso, explica, el cómic le fue llegando, casi siempre prestado o heredado, en forma de Astérix primero, Tintín después, mucho manga en la escuela, algo de Daniel Clowes en la universidad... Un poco de todo para acabar dando forma a ese rompecabezas de color, texto y dibujo con el que anda revolucionando el cómic.
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La justicia poética es que, del fanzine al museo pasado por 'The New York Times', Medem es hoy la autora que cierra el recorrido expositivo de 'Constelación gráfica' con un epílogo asombroso: una instalación musical que traslada 'Por culpa de una flor' más allá del papel y resume todo el cómic en cinco minutos de banda sonora creada para la ocasión por la productora Ylia. Cinco minutos de flamenco ilustrado con los que la creadora sevillana llega taconeando a la cima del cómic español.
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