ABC PARA UNE

Existe una literatura digital escrita por mujeres

Un interesante estudio sobre el reconocimiento de las mujeres escritoras en la nómina autorial de la literatura digital

Antonio Cazorla Castellón (Universidad de Almería)

03/05/2023 a las 10:00h.

Desde que la filósofa Donna Haraway publicara a mediados de los ochenta el ensayo 'Cyborg Manifesto' y la reflexión epistemológica sobre el ciberespacio encontrara la alianza con las teorías feministas a principios de los noventa, han aflorado numerosos estudios sobre el concepto de 'ciberfeminismo ... ' que, obedeciendo, al carácter transversal de los Estudios de Género ha alcanzado lugares inesperados, como es el caso de la literatura.

No obstante, es probable que más allá del ámbito académico se desconozca la existencia de una literatura digital o 'ciberliteratura' que no deja de ofrecer interesantes innovaciones sobre el hecho literario. Podemos constatarlo precisamente en la escasa presencia que tiene en los suplementos culturales e incluso en los estudios universitarios, donde aún sigue encontrando resistencias por parte de los sectores más conservadores de los departamentos de Filología.

En muchas ocasiones, esas barreras que la ciberliteratura encuentra para ser estudiada como una representación estética más las interponen los mismos que aún se resisten a aceptar la idea de que el canon literario que impera es androcéntrico y que, por supuesto, contiene una serie de criterios de inclusión –y especialmente de exclusión– que no siempre obedecen a la calidad literaria, sino –por qué no decirlo– a una ideología anquilosada en el reaccionarismo y en el antifeminismo. Imagínense entonces cuál es la situación de la mujer escritora cuya producción literaria navega por el ciberespacio. Y no solo eso, imagínense la hostilidad que pueden generar los sectores culturales y académicos más reticentes a la innovación cuando las producciones de literatura digital de las escritoras pueden ser analizadas a la luz de las teorías del ciberfeminismo.

Con el objetivo de dar a conocer estas voces de mujeres de la literatura digital en nuestra lengua nace el volumen colectivo 'Ciberfeminismos, tecnotextualidades y transgéneros. Literatura digital en español escrita por mujeres', que publicaron el pasado mes de marzo mano a mano la Editorial de la Universidad de Almería y Ediciones Complutense. Sus editoras, Isabel Navas Ocaña y Dolores Romero López, ambas catedráticas de las universidades de Almería y Complutense de Madrid, respectivamente, han dedicado parte de su infatigable labor investigadora al reconocimiento de las mujeres escritoras en la nómina autorial de la literatura digital. Tras ese particular título conviven dieciséis capítulos estructurados en cuatro bloques seguidos de una amplia y rica introducción que firman las editoras. La peculiaridad de este estudio no está simplemente en la temática que aborda, sino en que los capítulos críticos de las principales firmas investigadoras de la literatura digital están acompañados de las voces de las propias autoras estudiadas, quienes escriben unos interesantes ensayos donde reflexionan sobre su oficio ciberliterario.

Imagen - Dolores Romero — Dolores Romero

A lo largo de más de trescientas páginas, no solo podemos descubrir el vínculo entre la literatura digital y las reivindicaciones identitarias que están en la cresta de esta cuarta ola feminista, sino que este volumen también nos acerca a la historia aún por escribir del canon de escritoras de literatura digital. Desde las narraciones hipertextuales primigenias hasta las innovaciones formales de la ciberliteratura escrita en tiempos de pandemia, vemos temáticas relacionadas con la intimidad o las causas sociales y feministas, entre otras.

Es de rigor decir que las verdaderas protagonistas de este volumen son Belén Gache, María Mencía, Tina Escaja y Álex Saum, cuatro escritoras de diferentes generaciones de la literatura digital escrita en español. En sus obras hallaremos una clara representación de lo que la crítica ha denominado 'poética de la reescritura' de la tradición literaria, por ejemplo. No obstante, lejos de generalizaciones, merece la pena detenerse en los interesantes ensayos de las autoras y los textos críticos que sobre sus obras completan el estudio.

Sobre Belén Gache descubriremos que su obra puede ser estudiada desde un punto de vista semiótico como heredera de las innovaciones formales que las vanguardias literarias del siglo XX pusieron sobre la mesa. Ella lo lleva a cabo a través del medio digital al crear, entre otras innovaciones, un sistema de escritura, la denominada «tipografía ratona». Por su parte, María Mencía será estudiada como una autora digital con un profundo compromiso social. Se observa en la reconstrucción de la historia de la población española exiliada tras la Guerra Civil a partir del suceso del Winnipeg, aquel barco que partió desde Francia hasta Chile para acoger a los refugiados españoles de la mano de Pablo Neruda y el gobierno chileno. También su compromiso social está presente en la construcción del relato popular del conflicto armado que asola el país colombiano desde la perspectiva de las mujeres. Todo ello a través de talleres de co-creación y soportes multimodales.

A través de los famosos códigos QR, Tina Escaja compone una obra que se nutre de las experiencias que lectoras y lectores le trasladan sobre acontecimientos como la pandemia por la COVID-19, algo que también practicará Álex Saum mediante las #Rooms, e incluso mediante encuestas de Google, en las que sus lectoras trasladan sus experiencias sobre la muerte. Esa relación entre autora y lectora que podríamos considerar bidireccional y horizontal no solo está presente en las autoras de literatura digital. Hay escritoras que publican sus textos literarios en el medio analógico que han roto esa barrera que durante siglos ha existido entre quien escribe y quien lee. Es el caso de Megan Maxwell, quien haciendo uso de las redes sociales conoce las necesidades de su comunidad de lectoras y deja que ese influjo guíe el camino de su quehacer literario hasta el punto de crear personajes femeninos que responden, de alguna manera, a la identidad con la que sus lectoras se sienten identificadas y empoderadas. La democratización de la escritura y la lectura está presente en medios digitales que atraen a millones de lectores y escritores como es Wattpad. En este universo digital, las jóvenes autoras han creado una comunidad literaria guiada por el enfoque feminista donde impera, por supuesto, la sensación de habitar un espacio seguro.

En definitiva, el trabajo de las autoras y las investigadoras que reúne este monográfico, así como de sus editoras, Isabel Navas y Dolores Romero, marcará un antes y un después. Será, con toda seguridad, un referente para la comunidad investigadora por haber reunido los principales hitos de la ciberliteratura escrita por mujeres. Pero, además, este volumen no solo servirá para configurar la nómina de las principales voces de la literatura digital, sino que también influirá en la apertura de ese canon tradicional cuyas barreras, con la fuerza de la calidad literaria, se están abriendo cada vez más a nuevos soportes, temáticas y voces.