Entrevista Claudia piñeiro
Claudia Piñeiro: «Hay fotos en redes sociales que son un ofrecimiento sexual encubierto»
Entrevista
La escritora argentina publica 'La muerte ajena', una novela que tiene como eje central el sexo VIP y la relación entre el poder y la sexualidad
La farsa del negocio de las 'escorts': auge de agencias de prostitutas en Madrid para burlar la nueva ley

Una mujer cae al vacío desde un quinto piso en Recoleta (Buenos Aires). El transcurso de su caída es suficiente para que la pluma de la escritora argentina Claudia Piñeiro haga su trabajo. 'La muerte ajena' (Alfaguara) es su nueva novela. Una ... trama de hermanas, padres e hijas donde el núcleo central lo marcan la sexualidad, la prostitución de las escort de lujo y el poder. «Lo que intento no es juzgar a la escort, sino al sistema que deja que pase eso. Hay mujeres que no tienen posibilidades y no sé si tenemos el derecho de juzgar ciertas acciones», explica.
Según cuenta Piñeiro, esta obra nace de una imagen de la realidad. Una joven había llegado a Argentina, sucede la tragedia y su padre desconocía por completo que se dedicaba al mundo de la prostitución VIP. «Pensé mucho en ese dolor paterno que desconocía todo y me puse a reflexionar en la pulsión de las nuevas generaciones por querer encontrar dinero fácil. Los varones (criptomonedas y juegos online) y las mujeres con el Onlyfans». En la novela, la protagonista (Verónica Balda) es periodista y conductora de uno de los programas de radio más escuchados. A lo largo de la historia, los lectores van a descubrir que la escort que cayó del quinto piso y la periodista reconocida, tienen vínculos familiares.
A partir de este asunto, se desplegarán interrogantes propios de la literatura de Piñeiro. Y es que según nos confiesa lo que ha buscado es precisamente «abrir preguntas» sobre el tema de la prostitución más que «dar respuestas o conclusiones». Fija el punto en ese enfrentamiento que ha traído problemas para el feminismo (abolicionismo o regulación). Sin embargo, el tema central de la obra dividida en tres partes, se desgrana en una contundente crítica a los grupos de poderosos, poniendo el foco en «el poder que gira en torno a la prostitución y el manejo de las mujeres».
«A veces no nos sorprende que ciertos políticos se vean implicados en casos de prostitución»
Claudia Piñeiro
Escritora
De ahí a que la obra carezca de escenas sexuales y se centre en «la manipulación política, los abusos de grandes señores y servicios de inteligencia». Siguiendo esta postura se muestra contundente y recalca que «a veces no nos sorprende que ciertos políticos se vean involucrados en casos de prostitución, abusos o acoso», porque «se veía venir». Además desarrolla que «el ofrecimiento sexual no solamente se da en onlyfans, sino también en muchas redes sociales como Instagram», donde hay fotos que son «un ofrecimiento sexual encubierto».
La verdad: ¿existe?
Otro de los grandes temas que trata la novela a través de sus personajes y del suceso desencadenado por la caída de la escort (Juliana) es la verdad. Los personajes están vinculados a los medios de comunicación. Y es que para Piñeiro «la verdad desapareció y no sabemos dónde está. Cada vez sabemos menos de ella». Insiste en que esta «exige un punto de vista que hoy se ha complicado mucho».
La relación entre periodismo y verdad es constante. Vemos, al principio, el rol que ocupan los medios cuando se produce el incidente y los posicionamientos informativos que toman. La caída de Juliana (la escort) despliega diversos interrogantes sobre lo sucedido. «La novela empieza cuestionando el ejercicio periodístico. Verónica (la periodista) va hacia la radio escuchando el suceso y se va llenando de rabia, porque ya sabe que nada más llegar le pedirán que hable del tema, sin saber a ciencia cierta lo que ha pasado».
«Cuesta soportar en este siglo el discurso del hombre que dice que la sexualidad es una cosa y el amor otra»
Claudia Piñeiro
Escritora
'La muerte ajena' configurada a varias voces puede llegar a resultar incómoda. En la segunda parte titulada 'Los peculiares' está la voz a ráfagas del personaje que consume trabajo sexual. Y es que la propia autora trató de «meterse en la cabeza del señor que contrata», pero no pudo. «Pensé en hacer una parte específica desde esa postura, pero al final no… Cuesta soportar en este siglo ese discurso del hombre que dice que 'la sexualidad es una cosa y el amor otra'. En otros tiempos funcionó, ya no», concluyó.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete