Unas vacaciones frustradas, el origen de la literatura de terror

La Fundación Telefónica muestra el nacimiento y el desarrollo de Frankenstein o Doctor Jekyll y Mr. Hyde

JORGE S. CASILLAS

Hace justo 200 años, como una casualidad cualquiera, Lord Byron , John Polidori y el matrimonio Percy y Mary Shelley , quedaron en Villa Diodati , un pueblito de Suiza , para compartir unos días de vacaciones. Era verano, pero la erupción del volcán Tambora ... ( Indonesia ), a unos 11.000 kilómetros de allí, les privó del sol. La ceniza provocó grandes anomalías climáticas y los escritores tuvieron que pasar en casa más tiempo del que les hubiera gustado.

Para combatir el aburrimiento, comenzaron a contarse historias de terror junto a la chimenea. Sin preverlo, dos años después de aquel encuentro nació de la pluma de Mary Shelley , la única mujer allí presente, «Frankenstein» , arquetipo de la novela de terror.

Historias como esta son las que recopila desde hoy la Fundación Telefónica , que estrena la exposición «Terror en el laboratorio: de Frankenstein al doctor Moreau» . La muestra, que estará en la segunda planta del edificio hasta el 16 de octubre, es un repaso a los principales iconos de la literatura de terror y ciencia ficción del siglo XIX. Todos tienen algo en común: nacieron en un laboratorio y permanecen anclados en el imaginario colectivo.

Las primeras figuras reconocibles de la literatura popular son Don Quijote y Sancho Panza Fernando Savater

Decía ayer Fernando Savater , que ha prestado algunas figuras que tenía por casa para la exposición, que cuando nos preguntan por nuestros programas de televisión favoritos solemos mencionar «documentales de arte etrusco y óperas» . Que nos ponemos estupendos pero luego las audiencias nos desmienten, porque el fútbol y el corazón arrasan con todo. Pues con la literatura ocurre algo parecido, aseguró, porque hay quien dice disfrutar con autores de apellido ilegible cuando al final consume literatura popular desde El Quijote a Frankenstein .

«La cultura popular es la que más figuras inolvidables y literarias ha dado», dijo Savater . «Los personajes de Dostoievski son literariamente extraordinarios pero nadie los reconocería por la calle. Ni siquiera reconoceríamos a Madame Bovary . Mientras que los personajes de la literatura popular como Frankenstein o Sherlock Holmes son figuras que todos sabemos quiénes son aunque no hayamos leído nada sobre ellos. De hecho, las primeras figuras reconocibles de la literatura popular, mitológicas e inolvidables, son Don Quijote y Sancho Panza ».

Museo del miedo

Al igual que «Frankenstein» eclipsa al resto de novelas de Mary Shelley, Frankenstein también opaca de alguna forma al resto de integrantes de la exposición. Sorprende «La Eva futura» de Auguste Villiers de L'Isle-Adam , que cuenta el deseo de un hombre por fabricar muñecas parlantes con aspecto de mujer. Lord Ewald, el protagonista, quería que estas muñecas fueran sumisas y se plegasen a cualquier capricho sexual. El experimento salió mal.

La muestra cuenta con material prestado por los Museos Complutenses de Farmacia, Veterinaria o Anatomía, objetos que le dan el punto escatológico a un exposición cien por cien literaria. A la entrada, un mural destaca las 20 palabras más utilizadas en estos relatos. Llama la atención que en ninguno aparece la palabras «monstruo». Las más repetidas son «rostro», «ojo» y «hombre», señal quizá del realismo literario que buscaron sus autores.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios