Siri Hustvedt: «Escribir ficción es como recordar lo que nunca ocurrió»

La escritora estadounidense presenta «El verano sin hombres», una «comedia feminista» en la que se interroga sobre los mecanismos de la imaginación

Siri Hustvedt: «Escribir ficción es como recordar lo que nunca ocurrió» EFE

DAVID MORÁN

A Siri Hustvedt (Northfield, Minessota, 1955), eminente novelista y ensayista americana amén de esposa de Paul Auster, (casi) nadie le pregunta ya por su muy literario matrimonio ni le interroga sobre su condición de "mujer de", pero hay otra cosa que, aún hoy, ... consigue enojarla, aunque sea de forma tímida y educada. "Todo el mundo piensa que lo que escribo es mi vida, pero no lo es. Tengo una imaginación soberbia y me puedo convertir en otra gente muy fácilmente", suelta casi de carrerilla cuando alguien subraya los supuestos trasvases entre realidad y ficción en "El verano sin hombres" (Anagrama; Empùries en catalán), novela con la que se adentra en la intimidad femenina tras consagrarse con "Elegía para un americano" y transformar sus sufrimientos psicosomáticos en el ensayo "La mujer temblorosa".

Ni siquiera las coincidencias más o menos sospechosas -Mia Fredicksen, la protagonista de la novela, es poeta, y su hija es actriz- parecen suficientes para una autora que, pese a todo, reconoce que en sus obras nada es autobiográfico y, al mismo tiempo, todo lo es . "Las historias se generan dentro de una misma, sí, pero yo no soy Mia. Ella debe surgir de alguna parte de mi interior, pero es muy diferente a mí", subraya Hustvedt antes de anunciar que lo que realmente le preocupar a la hora de ponerse a escribir es "la verdad emocional". "Escribir ficción es como recordar lo que nunca ocurrió, y en ese recuerdo tiene que haber una verdad emocional que no tiene porque coincidir con la verdad literal", explica.

«Ya era hora de escribir otra vez como una mujer»

Sobre todo si de lo que hablamos es de una novela que, como "El verano sin hombres", se sirve de la comedia para interrogarse sobre los mecanismos de la imaginación y mostrar como sus personajes, todos femeninos, reescriben su historia gracias a ella. "La imaginación siempre tiene que ver con ser otro y eso es lo que ocurre en el libro. El arranque es muy banal, casi ordinario, pero es precisamente por esa historia tan ordinaria que mi protagonista se pasa todo el libro redecorando la vida con su propia imaginación", explica.

Y esa historia, la que Mia redecora una y otra vez, no es otra que la de una pausa matrimonial, una pausa reclamada por su marido Boris -pausa que, dicho sea de paso, es francesa y goza de una envidiable silueta- y que lleva a Mia a vivir un verano distinto, marcado por el desfile de figuras femeninas asociadas a diferentes épocas de la vida. "Me he pasado diez años escribiendo novelas como un hombre: ya era hora de escribir otra vez como una mujer", sentencia Hustvedt quien asegura que ha escrito "una comedia feminista" inspirada tanto por las comedias shakesperianas como porpelículas como "The Women", de George Cuckor.

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