Lorenzo Silva: «Mi deseo es que entre Madrid y Barcelona no haya nunca otra línea divisoria»

Siguiendo los pasos de Álvaro Pombo, último autor en conquistar el doblete tras alzarse en 2006 con el Planeta y en 2012 con el Nadal, Silva se ha convertido en el 61 ganador del galardón más jugoso de las letras españolas, dotado con 601.000 euros, de la mano de «La marca del meridiano», una nueva aventura de los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro.

«No puedo dejar de recordar que ese es un premio que tienen Ramon Sender y Manuel Vázquez Montalbán», ha asegurado Silva a la hora de recoger un premio que ha querido dedicar especialmente a Barcelon a , ciudad que, ha asegurado, «es un personaje más de la novela».

De hecho, esta nueva aventura de Bevilacqua y Chamorro, la sexta que publica Silva desde 1998, es, según ha explicado el propio Silva, « la historia de un hombre que, instalado en Madrid, debe regresar a Barcelona para investigar un cri men, viajando así a su propio pasado y cruzando un meridiano que separa su presente de su propio pasado». Un hilo argumental que Silva ha rematado abogando por la convivencia y el entendimiento. «Vivimos en una democracia, cada uno puede desear lo que quiere, y mi deseo es que entre mi Madrid y mi Barcelona no haya nunca otra raya divisoria, que este meridiano no es más que una línea imaginaria”, ha asegurado.

Por su parte, la periodista Mara Torres, conocida por su trabajo al frente de las noticias de La 2, resultó finalista con «La vida imaginaria», novela presentada bajo el seudónimo de Pilar Otero en la que pasa revista al desencanto de una generación cercana a la madurez y con la que la periodista aborda el amor a partir del abandono de la mano de su protagonista, Fortunata Fortuna. «Es una novela que habla de amor, que comieza en el momento del abandono, cuando redescubres un mundo nuevo. Se confunde la realidad con el deseo» , ha explicado Torres.