Sebastián Moreno: «Bono engrosó su patrimonio como su pelo»
Entre «Camaleones desmemoriados y conversos» (La esfera de los libros) hace recuento de los campeones del cambio de chaqueta (política) en la izquierda española
Sebastián Moreno: «Bono engrosó su patrimonio como su pelo»
-Para situarnos, ¿qué diferencia al chaquetero del converso?
-Que el converso odia y desprecia lo que ha dejado con todas sus fuerzas y su fervor es tan grande por su nueva situación que le deslumbra, como le ocurrió al padre Llanos, que pasó ... de falangista a comunista; o a Alfonso Sastre, que pasó de escribir en la prensa de Falange a hacerlo en «Gara».
-¿Y qué distingue ver la luz y caerse del caballo, como San Pablo, de la traición?
-Vieron la luz intelectuales que están en la memoria de todos como Laín, Ridruejo -con riesgo de su vida-, Torrente Ballester, el propio Aranguren o Ruiz Giménez, que fue ministro con Franco. Pero entre los traidores no cunde la luz, sino el interés personal, como el de Rosa Aguilar, que traiciona a todo su electorado en Córdoba para ir al sol que más calienta del PSOE, o López Garrido, otro que forma parte de los que Julio Anguita llama «los traidores». Mire que el otro día Cristina Alberdi decía que los que se van al PSOE y cambian de chaqueta luego gozan de prestigio, pues que pregunte en Córdoba a ver qué dicen. Por cierto que Alberdi también podría figurar en la lista de chaqueteros, al pasar del sol del PSOE al de Esperanza Aguirre.
-¿El camaleón se da más en las izquierdas o en las derechas?
-En las izquierdas, porque el color que suele esconder es el azul mahón, que ahora saca a relucir ese ambiente estúpido guerracivilista. Grandes demócratas, como Suárez, lo usaron.
-Luego están los que viven del caño al coro y del coro al caño.
-El oportunista es el elemento más actual, el que más sale en la prensa, y que suele cambiar para ocuparse del Urbanismo del partido que gobierna. Le puede la pasta, no la gloria.
-José Bono está de moda.
-Es paisano mío de la sierra de Albacete. Nos conocimos de pequeños. Luego fui a hacer un reportaje a Mallorca sobre un curso de mando de la Guardia de Franco y me lo encontré de postulante. Aprobaban todos, pero mientras se pasaban 15 días en Puerto Cristo de cara al sol y con la camisa nueva.
-Oiga, de este no se fiaba ni Tierno, su mentor.
-Efectivamente. Tierno, probablemente el chaquetero más taimado e impostor del libro, que ni fue socialista ni soriano, ni conoció en la guerra a Hemingway ni nada de nada, salvo que fue funcionario de un negociado de Franco, se cruzó con Bono, que le vendió en un cambalache su PSP a Guerra y luego se pasó al PSOE.
-Y se hizo rico.
-El propio Bono me contó que su mayor fortuna cuando se hizo diputado en el 80 y compartía piso en Madrid era un reloj Chopard que le regaló su padre. Luego supe que costaba 400.000 pesetas. Ya no abandonó nunca la Administración, y ha engrosado su patrimonio lo mismo que su pelo.
-¿El caso más sorprendente?
-El de Clara Campoamor, que fue de partido en partido obsesionada por lograr el voto femenino, y cuando estaba a punto encontró la oposición, entre otros, de las diputadas socialistas y se fue aburrida y desengañada de todo.
-¿El más lúcido?
-César Alonso de los Ríos. Ha hecho el camino intelectual del marxismo al aznarismo y no deja de tener ideas que podrían avergonzar al propio Rajoy que no sabe defenderlas.
-¿El de peor ralea?
-Verstrynge. Pasó de Fuerza Nueva a la AP más extremista, luego al PSOE y a asesorar al PC, y ahora es militante furibundo de la extrema izquierda socialista y asesor de Hugo Chávez, y dele tiempo...
-¿La política se lleva la palma en chaqueteros?
-¡El periodismo! En ningún otro sector he encontrado tanto chaquetero por metro cuadrado.
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