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ABC Cultural

Nueva edición de los «Sonetos», el ser o no ser de la poesía de Shakespeare

Dulce trago de vino de palma

Pura ambrosía, dulce trago de vino de palma: desde el primer verso, “Deseamos ver que lo más bello abunde / para que la belleza en flor no muera…”, hasta el último, “… y supe que aunque Amor calienta el agua, / el agua nunca apagará su llama”. “Toda ... traducción es provisional, y cada época necesita sus propias traducciones –explicaba durante la presentación el responsable de la edición, Nicanor Vélez-. Aunque, como decía Walter Benjamin, aun la mejor traducción está destinada a diluirse , con este trabajo de Andrés Ehrenahus nos encontramos, sin duda, ante una traducción de enorme frescura y un extraordinario juego de aciertos formales, una auténtica traductología, si se me permite la palabra”. Delicada y sabrosa guinda la pone a esta edición el prólogo de Claudio Guillén, que tiene su origen en una conferencia que el prestigioso crítico dictó en la Fundación March en 2002. “A mi entender, Shakespeare encuentra en el soneto la ocasión de modelar un espacio emotivo, inventado, una afición sentimental, una isla poética. El espacio inventado de los «Sonetos» constituye también un conjunto de indicios, de signos abiertos, de incógnitas, de preguntas sin respuestas posibles o seguras; los «Sonetos», al igual que el Quijote y otras obras de Cervantes, ofrecen a la crítica lo mismo una oportunidad que una lección”, dijo Guillén.

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