Suscríbete a
ABC Cultural

Miento, luego existo: por qué ni siquiera la ciencia dice la verdad

El escritor y filósofo Juan Jacinto Muñoz Rengel sostiene en su nuevo ensayo, «Una historia de la mentira», que el ser humano conquistó el planeta gracias a su capacidad para el engaño, para la ficción

Juan Jacinto Muñoz Rengel, retratado en la Escuela de Imaginadores, en Madrid José Ramón Ladra
Bruno Pardo Porto

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La hipótesis es atrevida, cuanto menos: bajamos del árbol porque empezamos a mentir. Descaradamente, inevitablemente, a veces de forma inconsciente. Inventamos el fuego (también a Prometeo ) y justo después nos sentamos en torno a la hoguera para contarnos cuentos, mitos, y así, poco ... a poco, fuimos levantando castillos en el aire que terminamos llamando civilizaciones. No somos más que monos que aprendieron a mentir mejor que el resto, monos dotados de una inteligencia que solo sirve para hacer una cosa: ficción.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia