Diez frases para (no) perder la esperanza
Una selección de reflexiones negativas sobre la vida, la injusticia y la mala suerte del ser humano a lo largo de la historia
Diez frases para (no) perder la esperanza
Abrumados por la situación económica, por la pérdida de valores, por el fraude, las noticias que aturullan, el cambio climático, la ignorancia y hasta los semáforos en rojo, el ser humano tiende a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor pero... ¿Lo fue?
Echamos la vista atrás y repasamos algunas de las reflexiones más aciagas de los últimos siglos. Visiones pesimistas de la humanidad, la política, la economía y el amor que, a pesar de todo, no acabaron con el afán de progreso y la esperanza de las sociedades.
1. «Ningún dolor más grande/que el de acordarse del tiempo dichoso/en la desgracia», Dante Alighieri, «La divina comedia»
2. «La naturaleza lleva al hombre a desprecia a quien lo trata con respeto y a reverenciar a quien lo hace sin concesiones», Tucídides, «Historia de la guerra del Peloponeso»
3. «Se sabe que en las grandes cortes hay otro modo de medrar: plegarse», Charles-Maurice de Talleyrand
4. «Es conforme al ordinario curso de las cosas que no trate uno de evitar nunca un inconveniente sin caer en otro», Nicolás Maquiavelo, «El Príncipe»
5. «La sociedad ejerce una tiranía social más formidable que muchas de las opresiones políticas [...] pues penetra mucho más en los detalles de la vida y llega a encadenar el alma», John Stuart Mill, «Sobre la libertad»
6. «La fantasía humana, hostigada por ese instinto irreprimible de jerarquía, inventa siempre algún nuevo tema de desigualdad», José Ortega y Gasset, «La rebelión de las masas»
7. «Creo que toda acción es fundamentalmente inútil y que el hombre ha frustrado su destino, que era el de no hacer nada», Emil M. Cioran
8. «Tal nos parece, por instantes, que hayamos sido lanzados de España para que seamos su conciencia; para que derramados por el mundo hayamos de ir respondiendo de ella, por ella»,María Zambrano, «Carta sobre el exilio»
9. «... del amor no sabiendo o no pudiendo desenlazarse, ni sabía morir ni le aprovechaba vivir», Boccaccio, «Decameron»
10. Y una última frase del pensador de la foto: «Esos transeúntes idiotizados... ¿Pero cómo hemos podido caer tan bajo?», Emil M. Cioran
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