Suscríbete a
ABC Cultural

Por qué el arte es, en el fondo, una cuestión de dinero (y por qué los artistas podrían desaparecer)

William Deresiewicz reflexiona en 'La muerte del artista' sobre cómo el mercado digital condena a la precariedad a la clase media creativa

El artista Damien Hirst, uno de los reyes del mercado
Bruno Pardo Porto

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El camino más corto hacia el fracaso suele ser el arte. Uno se sienta a escribir, a pintar, a hacer música, a grabar algo con su cámara, y lo más probable es que nadie le haga caso, y que por tanto no gane un duro, ... o tan solo cuatro, que es mucho peor: Twitter está lleno de poetas fallidos y pluriempleados, igual que Instagram empezó como una reunión de fotógrafos anónimos. Así ha sido siempre, en realidad, solo que ahora colgamos en internet lo que antes ni siquiera colgaríamos en nuestro cuarto. Lo resumió muy bien Bukowski , el perdedor más exitoso del siglo pasado: «Pero como dijo Dios, / cruzándose de piernas: / “Veo que he creado muchos poetas / pero no tanta poesía”». En fin, la selección natural más cruel se llama historia del arte.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia